¿Qué hay detrás de la cesión de los predios de la estación Mitre? Desde antes de que Javier Milei asumiera la Presidencia de la Nación, los galpones del inmueble ubicado en la zona céntrica de la plaza Alberdi han sido objeto del deseo de los desarrolladores. Una razón es la ubicación geográfica; otra es la tendencia global de aprovechar viejas estructuras (vintage), revalorizarlas y resaltarlas por su historia incorporada a la ciudad.

Durante la administración gubernamental de José Alperovich, varios empresarios nacionales se acercaron a Tucumán para explorar los edificios instalados en la ex estación de Central Córdoba, que bordea la calle Marco Avellaneda. Incluso, en ese momento, se proyectó realizar una confitería aérea en el emblemático puente que pasa por calle 24 de Septiembre. Se decía que el objetivo final era convertir a ese espacio en una suerte de “Puerto Madero”, un espacio que conjugaba oficinas, un polo gastronómico y plazas hoteleras.

En su momento, se había proyectado ejecutar obras en la estación, en el marco del proyecto del Centro Multimodal de Cargas, en Cevil Pozo. Con el tiempo, esa idea se fue disipando, por el costo financiero de los trabajos en el polo logístico. Como alternativa se analiza revalorizar el puerto seco y la vieja zona franca emplazada en Cruz Alta, frente de Lastenia.

El gobernador, Osvaldo Jaldo, reflotó la iniciativa para que la provincia se quede con los predios ferroviarios. Eso quedó incorporado en el convenio que firmó con el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas. Para que esto quede definitivamente concretado, aún falta un paso administrativo y jurídico más: la firma del acuerdo de cesión de los terrenos por parte de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Si todo marcha sobre rieles, con la transferencia de los terrenos, el Poder Ejecutivo podrá avanzar con el ofrecimiento de lo que sería un “polo de consumo” al sector privado.

En la Casa de Gobierno, no obstante, se mencionan varias empresas e industrias que han manifestado su interés en desembarcar con capitales en territorio tucumano, con el fin de expandir sus negocios a esta parte del país.

Uno de los grupos interesados, admiten las autoridades provinciales ante la consulta de LA GACETA, es IRSA (Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima), una compañía que ha desarrollado, en las grandes urbes del país, centros comerciales, hoteles y otros proyectos inmobiliarios. Su presidente es Eduardo Elsztain que este año ha celebrado el trigésimo aniversario del grupo cotizando en Wall Street. No hace mucho tiempo, el empresario había sentado posición respecto de las oportunidades que la Argentina presenta para el sector privado a partir de las medidas adoptadas por Milei. “Con este rumbo fiscal y sin imprimir más dinero, vamos a ver a muchos más empresarios haciendo cosas en el país”, declaró durante una entrevista concedida al sitio Infobae.

Pero la remodelación integral de la Estación Mitre no es el único foco de atención para el desarrollo inmobiliario y comercial. En el Poder Ejecutivo admiten también que hay interesados en la refacción de la ex casa central de la Dirección General de Rentas, un inmueble que está incluido como patrimonio arquitectónico de la provincia, situado en la esquina de San Martín y Maipú.

EX RENTAS. El edificio, ubicado en San Martín y Maipú, está sin uso.

La entidad recaudadora había dejado ese local por problemas edilicios que, además, durante años se había observado en la zona. Un ex funcionario provincial reconoció a nuestro diario que el principio de solución para los inconvenientes hídricos en esas manzanas lo había planteado el Banco Nación, que puso bombas en el subsuelo para drenar el agua que pasaba subterráneamente. “Eso ha sido una solución para otras entidades cercanas y creo que, en el caso de Rentas, la colocación de una bomba puede significar la recuperación del edificio”, planteo.

La idea oficial es que el inmueble conserve la fachada original para sostener la armonía arquitectónica del microcentro. Todo esto será materia de estudio en los primeros meses del año que viene.

De la misma manera, hay otro histórico edificio que está en la mira de los inversores: el ex Hotel Savoy, donde funcionó el Casino de Tucumán. La propiedad, instalada en avenida Sarmiento al 600 de esta ciudad, necesita de una fuerte inversión para su recuperación. Hace una década se pensó en la explotación del juego en el lugar, pero con la idea de que sea restaurado para su pleno funcionamiento. La inversión no prospero. Ahora se reflota la idea de escuchar ofertas de inversores para la recuperación del edificio.

EX CASINO. El inmueble de Sarmiento al 600 interesa a los inversores. la gaceta / fotos de inés quinteros orio

Según trascendió, el gobernador está esperando respuestas de algunos de los interesados para invitarlos a recorrer los predios antes del cierre de este año.

Otros emprendimientos

Mientras el Estado provincial intenta subirse a la reactivación de la economía, recuperando a Tucumán como centro de consumo regional, desde la actividad privada también hay iniciativas que pueden alumbrar en los próximos meses. Es el caso de una planta de ácido cítrico, que la Compañía Azucarera Los Balcanes está proyectando para el mediano plazo, con una inversión que puede superar los U$S 20 millones. Este emprendimiento forma parte de la diversificación prevista para una de las actividades madre de Tucumán. En la actualidad, ese mismo grupo empresarial está participando de una prueba piloto para utilizar el bioetanol como combustible de aviones, conocido técnicamente como SAF. La experiencia piloto habría sido desarrollada con un vuelo que tuvo como destino España.

En ese marco de diversificación, el gobernador le pidió a los sucroalcoholeros que inicien el estudio para la instalación de estaciones de servicio en Tucumán con biocombustibles. La iniciativa surgió como consecuencia de la inauguración de una expendedora en Córdoba, bajo la marca Wico, y que comercializará los productos E17 (nafta con un 17% de bioetanol) y B20 (gasoil con un 20% de biodiésel). El emprendimiento en territorio mediterráneo se encuadra dentro de la Ley Nacional de Biocombustibles y las disposiciones regulatorias de la Secretaría de Energía, marcando un importante avance hacia una matriz energética más sostenible. “Si se pudo desarrollar en Córdoba, también en Tucumán puede prosperar, al tratarse de otra de las provincias que integran la Liga de Biocombustibles”, indicó el mandatario provincial, al justificar el planteo formulado a algunos de los actores de la actividad sucroalcoholera.