ROMA, Italia.- Presumiendo de una noche de película en Mar-a-Lago, de haber sido invitada a la investidura y de su buena relación con Elon Musk, la italiana Giorgia Meloni se ha posicionado como la líder europea más próxima a Donald Trump.

Hay analistas que advierten que la Unión Europea, preocupada por los planes del presidente electo estadounidense respecto a los aranceles y la guerra en Ucrania, no debería considerar a la dirigente ultraderechista como un mediador eficaz ni fiable.

Meloni confirmó que asistirá a la ceremonia de investidura el lunes en Washington, una invitación que pocos líderes europeos recibieron y demuestra, según dijo una fuente italiana, el “gran respeto” que Donald Trump siente por ella y por Italia.

Trump y Meloni no se conocen mucho, pero comparten valores conservadores y se han visto en dos ocasiones desde que el republicano fue reelegido.

El partido posfascista de Meloni, Hermanos de Italia, guarda  lazos con Steve Bannon, uno de los cerebros detrás del triunfo de Trump en la elección presidencial de 2016. Y la primera ministra es, a diferencia de muchos de sus pares, amiga del millonario Elon Musk, cercano a Trump.

En este sentido, algunos de los aliados de Meloni apuntan que ella podría actuar de “puente” entre la Casa Blanca y Bruselas.

Y eso pese al historial de la dirigente nacionalista, que ha sido muy crítica con la UE, lo que ha llevado a plantear si actuaría en interés propio o del bloque.

Meloni forjó una buena relación con el presidente estadounidense Joe Biden, demócrata, quien alabó su fuerte apoyo a Ucrania en su guerra con Rusia.

También habló rápidamente con Trump tras su reelección en noviembre, y se encontró con él en París con motivo de la reapertura de la catedral de Notre Dame, en diciembre.

Este mes, Meloni visitó a Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, donde él dijo que era una “mujer fantástica”.

Según medios estadounidenses, ambos cenaron y vieron un documental sobre un abogado acusado de querer anular los resultados de las presidenciales de 2020 en favor de Trump.

Meloni dijo también que ella y Trump estaban listos para trabajar juntos y, desde entonces,  le ha manifestado su apoyo.

Por ejemplo, restó importancia al hecho de que Trump se negara a descartar una intervención para tomar el Canal de Panamá y Groenlandia, y dijo que no era más que retórica destinada a China. También defendió el derecho de Musk a expresarse después de que el propietario de la red social X causara indignación con sus críticas a los dirigentes del Reino Unido y de Alemania.

“Meloni tiene mejores relaciones con Trump que con cualquier otro líder Europeo importante. Sin embargo, no lo llamaría una relación especial”, dijo Teresa Coratella, del European Council on Foreign Relations.

En gran medida, Meloni está “llenando un  vacío en el actual debate europeo sobre qué hacer con Trump o qué hacer con Elon Musk”, indicó.