Casi a diario hay noticias sobre los descubrimientos del James Webb Space Telescope (JWST), incluso del Hubble Space Telescope (HST) que ya cumplió 30 años en el espacio. Hay otros telescopios espaciales, menos conocidos públicamente, que también están contribuyendo a la investigación científica.
Cuando los grandes telescopios espaciales en vuelo siguen sorprendiendo con lo que están observando y mantienen ocupados a los astrónomos, ya se están desarrollando otros nuevos. El próximo a lanzarse es el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman, un proyecto que se inició en 2016 y está previsto que se envíe al espacio en 2027.
Es un telescopio relativamente pequeño comparado con el JWST, ya que tiene un espejo de 2.40 metros, similar al del HST. La diferencia es que podrá tomar imágenes mucho más grandes que los telescopios anteriores. Su campo de visión será 100 veces más grande que el del Hubble. Los telescopios de campo pequeño están diseñados para estudiar objetos particulares, en detalle y de cerca, mientras que los de campo amplio son los apropiados para observar muchos objetos simultáneamente y estudiar el Universo a gran escala.
Los instrumentos observarán, fundamentalmente, radiación que no llega a la superficie de la Tierra, como el infrarrojo lejano. Para evitar interferencias de la atmósfera terrestre se ubicará a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, en el punto de Lagrange L2. Observar en esa longitud de onda es como ver un universo diferente, totalmente nuevo.
Observará miles de millones de galaxias, entre otras cosas. Entre los instrumentos que tendrá son: fotómetros, espectrógrafos y lo más novedoso es un coronógrafo. Este último instrumento es usado para observar la corona solar y es algo muy simple, es una máscara que tapa la luz del Sol y permite ver su corona. Es usado en telescopios terrestre para tapar la luz de las estrellas y poder ver los planetas que giran a su alrededor. Esto mismo se va a hacer con este telescopio espacial y se podrán observar planetas extrasolares más débiles que los que se observan desde Tierra. Un coronógrafo no es simple de manejar en el espacio, por la precisión que se necesita para tapar toda la luz de la estrella.
Se espera encontrar exoplanetas pequeños, de tamaño poco mayor que la Luna. También observará estrellas poco brillantes que podrían tener un sistema planetario que no se pueden ver desde la Tierra. Con esto se podrá saber si los exoplanetas tienen las mismas características en toda la galaxia, lo que facilitará la búsqueda de vida.
Se podrá estudiar la expansión del Universo y responder preguntas básicas sobre la energía y la materia oscura, complementando las observaciones del Telescopio Espacial Euclid.
El proyecto cumplirá 11 años al momento de su lanzamiento. Su vida útil se programó para 5 años y se podrá extender a 10. El desarrollo de los telescopios espaciales son proyectos complejos y de alto costo. En este caso los instrumentos que finalmente llevará son diferentes a los que se habían proyectado al comienzo, porque la tecnología y la ciencia tuvieron avances notables en los últimos años. Durante ese tiempo también se están desarrollando otros telescopios espaciales. No se puede esperar a terminar uno para pensar en el siguiente. No es sencillo conseguir los fondos necesarios. Hay que poder explicar la necesidad de iniciar un proyecto nuevo cuando hay otros que aún no se han terminado.
Por último el nombre se puso en homenaje a Nancy Grace Roman, que fue directora de Astronomía de la NASA, siendo la primera mujer en tener un cargo ejecutivo en esa institución. Se considera la madre del HST, ya que su participación en ese proyecto fue fundamental para que se concluya.