El Gobierno de Javier Milei negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un programa que le permita acceder a desembolsos rápidos para eliminar el cepo cambiario en 2025. El presidente estima que necesitará al menos U$S11.000 millones, fondos que podrían provenir tanto del organismo internacional como de inversores privados. En este contexto, bancos de Wall Street han comenzado a proyectar el valor del dólar si Argentina consigue el financiamiento necesario y unifica el mercado cambiario.
Según un informe del Bank of America (Bofa), si se concretan las condiciones necesarias, el tipo de cambio oficial podría ubicarse en $1.400 en diciembre de este año.
La entidad prevé que Argentina y el FMI lleguen a un acuerdo en abril para establecer un Programa de Facilidades Extendidas, lo que incluiría un desembolso inicial significativo y la refinanciación de gran parte de la deuda con el organismo hasta 2028. Además, anticipa un ajuste fiscal mayor y una transición gradual hacia un esquema cambiario más flexible.
El consenso entre 50 consultoras y bancos privados que participan del LatinFocus Consensus Forecast estima que el dólar mayorista alcanzará los $1.348 en diciembre y el paralelo los $1.332, lo que reduciría la brecha cambiaria. Por su parte, JP Morgan destacó en un informe que la eliminación del cepo permitiría atraer inversión privada, mejorar el acceso a los mercados de deuda y facilitar la reclasificación de Argentina como mercado emergente. Sin embargo, advirtió que el Gobierno deberá garantizar una estrategia que fortalezca las reservas antes de tomar medidas más amplias.
Morgan Stanley, en su análisis, plantea un escenario de salida escalonada del cepo. La estrategia incluiría la normalización del pago de importaciones y la flexibilización del acceso al dólar financiero, mientras que se mantendrían restricciones para la compra de divisas hasta que las reservas sean suficientes.
Por último, advirtió que la apreciación del peso afecta la competitividad del sector exportador, pero que este impacto podría ser compensado con mejoras en los flujos financieros.