Probablemente no exista tarea más tediosa y desganada que quitar la cáscara de un huevo cocido. Además de esperar un tiempo prudente para no sacarnos ampollas en las manos, debemos contener la deseperación de que el recubrimiento se desintegre en mil pedacitos. Pero un truco sencillo peude terminar con la frustración. 

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Un sencillo truco de cocina puede aliviarte de la flojera que implica pelar la cáscara de un huevo. Esta técnica, que no demanda casi tiempo, puede hacer que este proceso sea mucho más rápido y eficiente. Lo único que necesitas es un ingrediente que seguro tenés en la alacena.

¿Cómo pelar la cáscara de huevo rápidamente?

El bicarbonato de sodio es uno de esos ingredientes imprescindible de una cocina por su versatilidad en las preparaciones. Y con esta técnica se convierte también en un aliado perfecto para pelar huevos cocidos. Este polvo blanco y barato puede hacer que la cáscara se desprenda con facilidad, sin necesidad de gastar tiempo ni esfuerzo.

El bicarbonato de sodio ayuda a cambiar el pH del agua en la que se cocinan los huevos. Al agregarlo al agua hirviendo, el bicarbonato promueve la liberación de dióxido de carbono, lo que hace que la cáscara del huevo se separe más fácilmente de la clara. Esto se debe a que el bicarbonato reduce la adherencia de la cáscara a la membrana interna del huevo, facilitando su remoción.

Paso a paso para quitar la cáscara rápidamente

1. Cociná los huevos: Colocalos en una cacerola y cubrilos con agua fría. Luego, agregá aproximadamente una cucharadita de bicarbonato de sodio por cada litro de agua.

2. Hervir: Llevá el agua a ebullición a fuego alto. Una vez que el agua esté hirviendo, reducí la temperatura y cociná los huevos durante 10-12 minutos para obtener una cocción completa.

3. Enfriar los huevos: Después de que los huevos estén cocidos, retiralos del agua caliente y colocalos en un recipiente con agua fría o en un tazón con hielo para detener la cocción.

4. Pelar: Con los huevos ya fríos, golpeá suavemente cada uno contra una superficie dura para romper la cáscara. La diferencia es notable: la cáscara debería desprenderse mucho más fácilmente, sin dejar trozos pequeños pegados a la clara.

Fuentes: Diario UNO