Durante los primeros meses de 2020, un rumor que parecía de ciencia ficción empezaba a circular por el mundo. Un virus desconocido avanzaba con fuerza por China y se preveía la llegada al resto del planeta. Un 7 de marzo, cuatro días antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia, fallecía Guillermo Abel Gómez, el primer caso fatal de covid-19 en Argentina y América Latina.
Guillermo Gómez había viajado a Francia en un clima familiar, para conocer a su nieta. Allí se habría contagiado, pero nunca llegó a saber de qué murió ni que había generado que su temperatura ascendiera a 40 grados. Tampoco los médicos del Hospital Argerich tenían certeza de cuál era su cuadro.
Una muerte por covid antes de la llegada de información
Nueve días después de la declaración de pandemia de la OMS, Argentina iniciaba el aislamiento obligatorio que se extendería desde el 20 de marzo hasta el 12 de abril, en Semana Santa. Pero incluso para entonces ya habían pasado semanas desde la primera muerte.
El cuadro de salud de Gómez era complicado. Sus condiciones lo hacían perteneciente al grupo de mayor riesgo durante esos años: tenía 64 años, diarrea, fiebre y morbildiades. Era hipertenso y diabético. Padecía una insuficiencia renal y también bronquitis crónica.
Recién a su tercer intento, cuando no podía mantenerse de pie ni sentado, su familia logró que lo internaran en el Argerich. Habían pedido una ambulancia al 107, pero les informaron que estaban desinfectándola, que debían insistir más tarde. En las dos consultas previas por su fiebre elevada y su malestar, los médicos consideraron que el cuadro no ameritaba internacion. Es que aún no se conocían en Argentina los estragos que podía causar el nuevo virus en el organismo.
Ya internado, fue aislado. Pero el hisopado dio negativo y Gómez fue trasladado a una sala de unidad coronaria, sin protocolo de aislamiento, donde pasó algunos días. Se le había diagnosticado neumonía. La mañana del 7 de marzo, los médicos confirmaron su fallecimiento a la familia. A las 19 de ese mismo día, las autoridades del hospital confirmaron que las muestras enviadas al Instituto Malbrán habían dado positivo.