Aunque San Benito es el patrono de Europa, miles de argentinos llegaron a percibir la influencia de su protección. Por eso, muchas personas en Argentina son fieles devotas del santo e incluso llevan consigo su medalla, que se popularizó como un elemento de protección ante los males.

Siete cosas que tenés que saber sobre la medalla de San Benito

Cada 11 de julio se celebra el día de San Benito Abad o San Benito de Nursia, el santo que dedicó su vida a la Iglesia. En total, se le adjudican siete milagros, de los cuales uno incluyó el haber resucitado a un niño. Se cuentan también el haber roto un vaso lleno de veneno al bendecirlo, salvar a un hombre de ahogarse al convertirse en otra persona, leer la mente de sus monjes, mover una enorme piedra rezando, exorcizar a un hombre y no haber dudado ante el engaño del diablo.

Oración a San Benito para pedir su intercesión ante el mal

Santísimo confesor del Señor, padre y jefe de los monjes, intercede por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente. Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.

Pídele al Señor remedie nuestras necesidades espirituales y corporales. Pídele también por el progreso de la Santa Iglesia Católica y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así, confiado en tu poderosa intercesión, puede algún día en el cielo cantar las eternas alabanzas. Amén.

Jesús, María y José, salven vidas, naciones y almas.

Por último, se recomienda rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

Cómo usar la medalla de San Benito

La medalla de San Benito tuvo una popularidad creciente, razón por la cual es común verla en las muñecas y llaveros de miles de personas que invocan la protección del santo. De un lado tiene la imagen del patrono de Europa y, del otro, una cruz. También tiene inscripta una oración o exorcismo para ahuyentar al demonio.

Puede usarse en cualquiera de sus formas: las más habituales son pulseras, anillos, cadenas o llaveros. Pero también se pueden usar como medallas en el hogar, cerca de la entrada de casa, o en el auto, siempre bendecida por un sacerdote. Se supone que cada 11 de julio se puede obtener una indulgencia con la medalla confesándose y comulgando.