La decisión del gobernador Osvaldo Jaldo de encabezar la lista de unidad del peronismo, bajo el sello de “Tucumán Primero”, desató críticas en la oposición, que calificó de “testimonial” la postulación del tranqueño. Pero la estrategia oficialista -que incluye al senador Juan Manzur y al vicegobernador Miguel Acevedo como suplentes en la boleta a diputado nacional- también recibió respaldo puertas adentro del PJ.
“En el plano normativo, la candidatura de Jaldo se ajusta plenamente al marco legal”, aseguró el fiscal de Estado adjunto, Raúl Ferrazzano. Y planteó que se trata de “un derecho consagrado y sin restricciones locales”.
El abogado señaló que, por un lado, se debe tener en cuenta qué indican las normas provinciales. “La Constitución de Tucumán y el Código Electoral provincial son claros: no existe ninguna prohibición para que un funcionario en ejercicio se postule a otro cargo. Tampoco imponen condicionamientos sobre la intención futura de asumir o no asumir el mandato, dejando en manos del electorado la decisión final”, profundizó.
Por otra parte, recordó que los fallos dictados en esta materia también respaldan la estrategia del oficialismo. “Hay un antecedente federal que sienta jurisprudencia. En 2009, cuando se cuestionó judicialmente la candidatura testimonial de José Alperovich, el Juzgado Federal con competencia electoral en Tucumán, a cargo del juez Daniel Bejas, fue contundente: el artículo 73 de la Constitución Nacional solo impide ejercer dos cargos simultáneamente, pero no prohíbe la postulación. Esta resolución no solo convalidó la práctica, sino que se transformó en un precedente válido para toda la provincia, vigente hasta hoy. Desde entonces, no ha existido ningún fallo en Tucumán que declare ilegítima una candidatura testimonial”, desarrolló Ferrazzano.
En esa línea, insistió con que la postulación de Jaldo implica “una estrategia electoral legítima, destinada a fortalecer la presencia política de Tucumán en el escenario nacional, defendiendo los intereses de la provincia frente a un contexto nacional cada vez más complejo”.
Por su parte, el legislador Agustín Romano Norri se sumó a la polémica. En su caso, el radical cuestionó este tipo de postulaciones, pero sus críticas no sólo aludieron al peronismo. “Las candidaturas testimoniales son una estafa electoral utilizada por la vieja política en los diferentes partidos. La lógica es la misma de siempre, solo ellos pueden ser. No hay recambio ni renovación. Son ellos o nadie”, afirmó, en un mensaje que tuvo claras alusiones a la situación de la UCR. Además, calificó esta práctica como “un artilugio electoral que se usa para cumplir acuerdos políticos y para que lleguen personajes a las bancas que, por mérito propio, jamás hubieran llegado”. “Sin internas en los partidos o frentes suceden estas cosas. En Argentina, y especialmente en Tucumán, los partidos tienen dueños. No son de los afiliados, ni de la ciudadanía: son de unos pocos que se reparten el poder”, añadió Romano Norri.