En el marco del Día de la Industria, Tucumán pone en evidencia una doble realidad: por un lado, cuenta con un entramado industrial dinámico, diverso y con fuerte presencia en el empleo formal; por el otro, enfrenta obstáculos estructurales y políticas nacionales que limitan su desarrollo y competitividad.

Actualmente, el sector industrial tucumano genera más de 40.000 empleos registrados, lo que representa casi el 20% del empleo formal en la provincia. Está compuesto por más de 800 empresas, de las cuales el 95,6% son micro, pequeñas y medianas. Su matriz productiva ha logrado diversificarse: además del histórico protagonismo del azúcar, se destacan sectores como el citrus, la alimentación, la metalmecánica, el papel, la industria del conocimiento y la bioenergía.

Sin embargo, desde la Unión Industrial de Tucumán (UIT) advierten que este potencial se ve limitado por factores estructurales no resueltos y decisiones políticas nacionales que no consideran las realidades del interior productivo.

“Es un momento muy especial para el país. Si bien se logró cierto orden en la macroeconomía, en la microeconomía enfrentamos enormes problemas”, señaló Jorge Rocchia Ferro, presidente de la UIT. “El norte tiene asimetrías profundas. Sectores como el textil en indumentaria están prácticamente desapareciendo. Estamos perdiendo fábricas y empleos.”

Entre los principales factores que afectan al sector, Rocchia Ferro mencionó “la mochila tributaria nacional, los costos laborales, la logística y la falta de financiamiento accesible”. Y advirtió que “no hay país que pueda desarrollarse con estas tasas, esta presión tributaria y estos costos logísticos. Y además, una apertura irrestricta de importaciones: textiles, carnes, productos metalúrgicos... es una locura.”

Uno de los sectores que más claramente expresa el potencial industrial de Tucumán es la bioenergía. “El azúcar ya no es solo alimento: es energía renovable, es aporte a la matriz energética nacional. Pero para que eso se desarrolle, hacen falta políticas sostenidas”, indicó.

Frente a este panorama, la UIT hizo un llamado a toda la dirigencia política y empresarial a consensuar acciones concretas que impulsen la inversión, fortalezcan la competitividad y brinden previsibilidad al sector productivo.

Al mismo tiempo, expresaron su beneplácito por las iniciativas legislativas que se vienen impulsando a nivel provincial, como la reciente Ley de Fomento a las Inversiones, la Ley de Energías Renovables y los proyectos de exenciones y reducciones impositivas.

“Destacamos el esfuerzo extraordinario del Gobierno de Tucumán por promover herramientas concretas que acompañen al sector privado. Es el camino correcto, y debe sostenerse en el tiempo”, afirmaron desde la UIT.

Sin embargo, advirtieron que no alcanza con sancionar leyes. “Es fundamental acelerar su implementación, porque necesitamos proteger y consolidar las inversiones existentes, y atraer nuevas. La industria necesita reglas claras, previsibilidad y un Estado que la escuche. Sobre estos puntos es importante que en la provincia además de las exenciones, analice la posibilidad de compensaciones de los saldos a favor de los IIBB y otros impuestos provinciales”.

En este Día de la Industria, la reflexión trasciende el festejo. La industria tucumana sigue comprometida con la generación de empleo, valor agregado y desarrollo sostenible. Pero para desplegar todo su potencial, necesita más que esfuerzo privado. “No hay desarrollo posible sin una industria fuerte, y no hay industria sostenible sin políticas públicas que la respalden”, concluyó Rocchia Ferro.