En medio del Masters 1000 de Shanghái, Jannik Sinner se convirtió en protagonista por algo que excede a su tenis. Después de avanzar a la tercera ronda con una sólida victoria ante Daniel Altmaier, el italiano salió a contestar las acusaciones de Alexander Zverev, que había denunciado un supuesto “trato de favor” para él y Carlos Alcaraz en las superficies del circuito.

El alemán, tercero del ranking, había desatado la polémica días atrás al afirmar que “las pistas son iguales en todos los torneos” y que los directores “quieren que Jannik y Carlos lleguen a la final”. En su opinión, la progresiva lentitud de las canchas, en particular en Shanghái, beneficia a las nuevas figuras.

Sinner recogió el guante, pero sin perder la calma. “Ni Carlos ni yo somos quienes mandamos en el mundo del tenis ni en cómo son las pistas. No es nuestra decisión, intentamos adaptarnos a cada situación. He jugado un gran tenis también en pistas rápidas”, afirmó el número dos del mundo, que optó por la diplomacia para desactivar la polémica. “No las estamos fabricando, solo trato de adaptarme y jugar el mejor tenis que puedo. Eso es todo”, añadió.

En paralelo, el italiano lamentó la ausencia de Alcaraz en el torneo chino, retirado por lesión en su tobillo tras ganar en Tokio. “Es una lástima que no esté aquí porque creo que él es el tenista al que todo el mundo quiere ver”, señaló. También aprovechó para elogiar a Novak Djokovic, presente en Shanghái: “Es genial compartir este tiempo con él y estar en el mismo torneo jugando de forma consecutiva. Me provoca un gran honor competir mientras él lo sigue haciendo y es genial para nuestro deporte que continúe”.

Con estas declaraciones, Sinner intentó cerrar un debate que sacudió al circuito esta semana. Mientras tanto, su camino en Shanghái continúa: su próximo rival será el neerlandés Tallon Griekspoor, a quien domina 6-0 en el historial. Un posible cruce con Zverev solo podría darse en la final del torneo.