A dos años del inicio de la guerra en Gaza, Hamas aseguró este martes que está “listo” para poner fin al conflicto, aunque exigió “garantías verdaderas” de la comunidad internacional de que Israel detendrá por completo su campaña militar y retirará sus tropas del enclave palestino.
“Buscamos garantías verdaderas de la comunidad internacional, del presidente estadounidense Donald Trump y de los mediadores. Estamos listos, con toda disposición y positivismo, para llegar al fin de la guerra”, declaró Jalil al Haya, jefe negociador de Hamas, a la televisión egipcia Al Qahera News desde Sharm el Sheik, Egipto, donde se desarrollan las conversaciones.
Al Haya subrayó que el grupo está preparado para concretar “la retirada” de Israel y avanzar en un “canje de presos y rehenes” que permita “acabar la guerra para siempre”. “Estamos hoy en Sharm el Sheij para mantener negociaciones responsables y serias”, añadió.
Las conversaciones indirectas entre Israel y Hamas continuarán este miércoles en el balneario egipcio, con la mediación de Egipto, Qatar, Estados Unidos y Turquía. “Queremos garantías de los países que auspician las conversaciones y de Trump de que la guerra pare y nunca se retome”, remarcó el vocero.
Antes de estas declaraciones, la delegación de Hamas había reiterado que solo aceptará un acuerdo si incluye un “cese al fuego permanente” y la “retirada completa del Ejército israelí” de Gaza. Fawzi Barhoum, otro de los portavoces del grupo, insistió en que el fin de la guerra debe ser definitivo y que Israel debe abandonar el territorio palestino.
La posición de Hamas fue difundida en coincidencia con el segundo aniversario del ataque del 7 de octubre de 2023, que causó 1.200 víctimas y más de 240 secuestrados en Israel. Además, el grupo reclamó “la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria”, el regreso de los desplazados a sus hogares y “el inicio inmediato de un proceso de reconstrucción integral bajo la supervisión de un organismo nacional palestino de tecnócratas”. También pidió alcanzar un “acuerdo justo de intercambio de prisioneros”.
Las conversaciones en Egipto giran en torno a un plan de 20 puntos propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra. La delegación norteamericana está encabezada por el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, y por Jared Kushner, yerno del mandatario.
El plan de Trump prevé una primera fase centrada en la liberación de todos los rehenes israelíes -vivos y muertos- a cambio de la excarcelación de cientos de palestinos presos en Israel. La propuesta también contempla el fin inmediato de la guerra, la formación de un gobierno de transición para Gaza, la desmilitarización del enclave y la posibilidad de discutir en el futuro un Estado palestino, una opción que el primer ministro israelí ha rechazado.
Mientras tanto, Israel conmemora este martes el segundo aniversario del ataque de Hamas que marcó el inicio del conflicto. Aquella jornada, coincidente con el cierre de la festividad judía de Sucot, milicianos del movimiento islamista lanzaron una ofensiva sorpresa, destruyeron la barrera fronteriza con Israel y asaltaron comunidades agrícolas, bases militares y una fiesta en el desierto.
El ataque dejó 1.219 muertos, en su mayoría civiles, según cifras oficiales israelíes, y 251 rehenes trasladados a Gaza, de los cuales 47 siguen cautivos, incluidos 25 que, según el ejército israelí, han fallecido.
A las 6.29 de la mañana, la misma hora en que comenzó el ataque en 2023, familiares de las víctimas del festival Nova guardaron un minuto de silencio en el lugar donde murieron más de 370 personas. “Estoy aquí para estar con ella, porque es la última vez que estuvo viva, aquí con su prometido, Moshé”, dijo Orit Baron, de 57 años, madre de Yuval Baron, una de las jóvenes asesinadas.
Por la noche, Tel Aviv será escenario de una ceremonia organizada por las familias de las víctimas en la llamada plaza de los Rehenes, epicentro de la movilización que exige la liberación de todos los cautivos que aún permanecen en manos de Hamas.