El PJ tucumano no alcanzó el objetivo de máxima que se había planteado la Casa de Gobierno: tres de las cuatro bancas a diputado nacional en juego. Pero cumplió con las expectativas electorales al superar la barrera del 50% de los votos en toda la provincia.
¿Dónde estuvieron las fortalezas peronistas? ¿Y las debilidades? ¿Cuáles fueron los distritos conquistados por La Libertad Avanza (LLA)? Los resultados del escrutinio provisorio brindan las primeras referencias a la dirigencia, que empieza a demarcar el mapa con miras a 2027.
La lista oficial del Frente Tucumán Primero, con el gobernador Osvaldo Jaldo como primer candidato, se quedó con 15 de los 17 departamentos de Tucumán. La unidad de sus principales vertientes -la jaldista y la antimileísta- fue considerada como la base del triunfo del domingo, más allá del reparto equitativo de escaños con el partido de Javier Milei.
Los mejores porcentajes del PJ se registraron en el interior. Los tres territorios que más alto índice de adhesión para el oficialismo pertenecen a la sección Este: Graneros (75% de los votos, contra 14,22% de LLA), Burruyacu (72,86%, contra 21,66%) y Simoca (70,41%, contra 19,33%).
Si bien se trata de localidades con un número relativamente bajo de electores (entre las tres aportaron 45.000 votos al PJ, sobre más de 524.000 en todo Tucumán), los “caciques” peronistas ratificaron sus territorios como verdaderas fortalezas.
Hubo un “segundo pelotón” de distritos que también cumplieron un papel relevante para que el armado de la Casa de Gobierno pudiera sostener su caudal en la provincia, incluso superando por 100.000 voluntades la cosecha obtenida en las elecciones de medio término de 2021.
En este grupo se ubican Leales (68% de los votos), con el municipio radical de Bella Vista como principal circunscripción; Río Chico (65%), con Aguilares como ciudad cabecera; Monteros (64%), La Cocha (63%), Trancas (62%) y Cruz Alta (61%), con Banda del Río Salí y Alderetes como principales municipios.
Un tercer factor aparece en el saldo favorable del justicialismo. Si bien la Capital volvió a mostrarse como un distrito adverso, hubo puntos alejados de las cuatro avenidas en los que las estructuras mostraron su poder de fuego y mejoraron los números respecto a 2023; en especial, hacia el norte y el sur de la ciudad.
Los índices más altos se dieron en los circuitos de Villa 9 de Julio (con un pico del 58% en el 14b, y llegando al 53% en el 14c y el 14d), de la Costanera (con 55% en el 11a), de San Cayetano (con 54% en el 10a); y de Villa Angelina y alrededores (con el 54% en el circuito 21). “Se notó el trabajo de los referentes y de la estructura”, describió un peronista con presencia en más de un barrio.
Bajo la lupa
Así como el PJ demostró sus fortalezas en ciertos puntos de Tucumán, hubo otros en los que los referentes quedaron bajo la lupa tras el escrutinio provisorio.
La derrota en la Capital significó un revés para la Casa de Gobierno. La Libertad Avanza se quedó con 28 de los 47 circuitos electorales, con diferencias contundentes a favor de la lista encabezada por Federico Pelli dentro de las cuatro avenidas.
El final fue de 43% contra el 40% para los libertarios. Por lo bajo, referentes de los “acoples” peronistas que se ocuparon de la movilización y de la fiscalización en las periferias aseguran que “salvaron” al espacio de una dura caída en este municipio.
De todos modos, los números más negativos para los “compañeros” se contabilizaron en Yerba Buena, el único departamento donde no superó la barrera de los 40 puntos (llegó al 34,43% de los votos, contra el 50% de LLA).
A diferencia de la Capital, donde se mantenía cierta expectativa, la “Ciudad Jardín” no era considerado un punto fuerte precisamente para la lista oficial, que había cerrado allí su campaña para estos comicios.
Chicligasta fue el tercer distrito con niveles más bajos de apoyo para Tucumán Primero, con el 45% del total. Pero, al igual que sucedió en Yerba Buena, el resultado estuvo dentro de los márgenes esperables, dado que el municipio cabecera (Concepción) está en manos de la UCR hace más de una década. A la vez, el armado del ex intendente Roberto Sánchez (Unidos por Tucumán) sumó en ese departamento el 30% de los votos, mientras los libertarios cerraron con un 22%.
El balance libertario
El partido de Milei no sólo se quedó con la mitad de las bancas, gracias al 35% obtenido el domingo en Tucumán. Otros datos alimentan la ilusión de los libertarios de cara a 2027.
Con más de 363.000 votos, La Libertad Avanza dejó muy atrás a los demás espacios opositores y logró “diluir” la atomización, cuadruplicando a la coalición entre radicales y socialistas de Unidos por Tucumán (84.000 votos).
Uno de los puntos fuertes del sello de Milei estuvo en los circuitos 1 al 9 de la Capital. Pero eso no fue todo. Los liberales apuntan a crecer en el área metropolitana, impulsados por los resultados de Yerba Buena, pero también por el 40% reunido en Tafí Viejo, el 37% en Lules, el 35% en Famaillá y el 30% en Cruz Alta (Banda del Río Salí y Alderetes). A futuro, el desafío para los libertarios será llegar a los márgenes: los barrios más alejados del centro de San Miguel de Tucumán y de los distritos del interior, con un piso del 14% en el departamento Graneros.