China dio un nuevo paso en su estrategia de expansión militar al incorporar oficialmente a su flota el Fujian, el portaaviones más avanzado de su historia. La ceremonia, encabezada por el presidente Xi Jinping en una base naval de la provincia de Hainan, marcó la entrada en servicio del tercer portaaviones chino y el primero completamente diseñado y construido en el país.

El Fujian, de 80.000 toneladas de desplazamiento y 300 metros de eslora, lleva el nombre de la provincia continental más cercana a Taiwán, una elección cargada de simbolismo. Su principal innovación radica en el sistema de lanzamiento electromagnético de aeronaves (EMALS), una tecnología que hasta ahora solo había sido implementada en el portaaviones estadounidense USS Gerald R. Ford.

El buque fue botado en junio de 2022 en los astilleros de Jiangnan (Shanghái) y realizó su primera navegación de pruebas en mayo de 2024, centrada en el funcionamiento de sus sistemas de propulsión y eléctricos. Su incorporación a la Armada del Ejército Popular de Liberación refuerza la presencia naval de China en el estrecho de Taiwán y en el Mar de China Meridional, zonas donde la tensión con la isla y con Estados Unidos ha ido en aumento.

Un hito militar bajo la mirada de Xi Jinping

Durante la ceremonia oficial, Xi Jinping subió a bordo del buque, entregó personalmente la bandera del Ejército Popular de Liberación al capitán y al comisario político del portaaviones, e inspeccionó las instalaciones, incluyendo la torre de control. Según informó la agencia estatal Xinhua, más de 2.000 personas participaron del acto, entre marinos, ingenieros y autoridades del Partido Comunista.

Xi destacó que la puesta en servicio del Fujian representa “un paso fundamental en la modernización de las Fuerzas Armadas” y reafirma la intención de China de competir militarmente con las grandes potencias.

Con la entrada en servicio del Fujian, la Armada china suma su tercer portaaviones operativo, junto al Liaoning (de origen soviético, incorporado en 2012) y el Shandong (en servicio desde 2019). Sin embargo, Pekín planea alcanzar seis portaaviones para el año 2035, dentro de su ambicioso programa de expansión marítima.

Tensión creciente con Taiwán

El Ministerio de Defensa de Taiwán calificó el nuevo portaaviones como una “gran amenaza” para la seguridad nacional. Según el subjefe adjunto del Estado Mayor de Inteligencia taiwanés, la puesta en servicio del Fujian demuestra que China “se está preparando para operaciones en alta mar” y consolida su capacidad ofensiva en la región.

El despliegue del Fujian llega en un contexto de creciente actividad militar china en el Pacífico Occidental. En junio, Pekín desplegó simultáneamente sus portaaviones Liaoning y Shandong, en lo que Taiwán interpretó como una maniobra de intimidación y una señal del carácter “expansionista” del régimen de Xi.

Mientras tanto, la estrategia china busca consolidar su dominio marítimo frente a los 11 portaaviones activos de Estados Unidos, algunos de los cuales han sido desplegados recientemente en el Caribe y frente a Venezuela.

Un símbolo del poder naval chino

Con el Fujian, China no solo da un salto tecnológico, sino también político. El avance de su flota naval refleja la ambición del régimen de proyectar poder más allá de sus costas y de disputar el control estratégico de las rutas marítimas del Indo-Pacífico.

La modernización militar impulsada por Xi Jinping apunta a transformar al Ejército Popular de Liberación en una fuerza “de clase mundial” para 2049, coincidiendo con el centenario de la fundación de la República Popular China.