En un país donde producir siempre fue un acto de fe, el acceso al financiamiento se volvió una herramienta decisiva para sostener la competitividad. Esa fue la idea que dejó Juan José Preciado, presidente de Ricsa S.A, abogado y máster en Derecho Empresarial por la Universidad Austral, durante su participación en “Encuentros LA GACETA”, el espacio que reúne a referentes del Campo y la Agroindustria, al dialogar con el periodista Marcelo Aguaysol.

“El 2026 puede ser el año de la economía real, siempre que las pymes pierdan el miedo a endeudarse y aprovechen las oportunidades del mercado de capitales”, planteó el especialista, al analizar el nuevo escenario financiero que se abre para la agroindustria.

Según explicó, en un contexto de estabilidad fiscal y baja de tasas, “el crédito se convierte en un puente hacia el crecimiento”. “Casi 100 empresas tucumanas se financiaron a través del mercado de capitales. Eso muestra un cambio cultural: el empresario empieza a entender que el financiamiento puede ser un aliado y no un riesgo”, explicó Preciado quien es a su vez director de Mercado Argentino de Valores SA (MAV).

El presidente de Ricsa señaló que el financiamiento privado representa cerca del 40% del total del crédito en el país y que el mercado de capitales se consolidó como una fuente más flexible y dinámica que la bancaria. “En octubre se movieron unos 1.500 millones de dólares a través de facturas de crédito, cheques y pagarés. Son los tres instrumentos estrella”, detalló.

La clave, explicó, está en la personalización. “Ir al banco es como comprar un traje en Zara; vas al mercado de capitales y te lo hace un sastre. Es un financiamiento a medida. El productor, por ejemplo, puede adaptar los plazos a su flujo de ingresos, que suele concentrarse en determinadas épocas del año”, graficó.

Juan José Preciado, presidente de Ricsa S.A

Consultado por Aguaysol sobre el acceso, Preciado fue claro. “Hoy es mucho más simple. Se puede descontar un cheque o una factura de crédito desde una plataforma digital, y con el asesoramiento de un agente de bolsa. Lo importante es que las pymes estén preparadas: balances actualizados, facturación ordenada y los papeles al día”, dijo el especialista, que destacó que muchas micro y pequeñas empresas ya utilizan el mercado de capitales como una herramienta habitual para crecer. “Algunas se financian, otras invierten. Hay inversores que eligen acompañar proyectos de pymes agroindustriales comprando cheques avalados por sociedades de garantía recíproca. El mercado concentra esas dos puntas: quienes necesitan crédito y quienes tienen liquidez para invertir”, agregó.

Además, señaló que los instrumentos financieros no son excluyentes. “El cheque se usa para plazos cortos, el pagaré para operaciones más largas, hasta 18 meses, y la factura de crédito para transacciones comerciales. En algunos casos, incluso se puede emitir en dólares, algo muy valioso para las empresas exportadoras”, indicó.

Preciado sostuvo que las condiciones macroeconómicas muestran señales alentadoras. “Después de las elecciones, las tasas bajaron casi 15 puntos. Hoy se ubican entre el 20% y el 34%. La estabilidad fiscal y la baja del riesgo país están generando un clima de confianza. Si el Gobierno mantiene este rumbo, 2026 puede ser el año de la economía real”, afirmó el abogado, que también remarcó un dato llamativo. “Por primera vez en mucho tiempo, las empresas privadas argentinas se financian más barato que el Estado. Eso demuestra que el sector productivo recuperó credibilidad frente a los inversores”.

Una nueva cultura financiera en el agro

Uno de los desafíos más profundos, explicó Preciado, es cultural. “El empresario argentino se financia poco. Prefiere usar recursos propios porque el crédito fue históricamente caro e inestable. Pero hoy eso cambió: las tasas bajan, hay dólares en el sistema y el mercado ofrece oportunidades reales”, sostuvo.

El especialista advirtió que este cambio de paradigma requiere también una mirada más profesional dentro de las empresas. “No alcanza con tener una buena cosecha o una buena zafra. Hoy las decisiones financieras son tan importantes como las productivas. La empresa que aprende a usar herramientas del mercado gana competitividad, y eso se nota en sus resultados”, aseguró Preciado, que insistió en la necesidad de educación financiera. “Cuando un cliente llega a Ricsa, lo primero que hacemos es entender su negocio. Si genera dólares, puede tomar deuda en dólares; si genera pesos, buscamos opciones que se ajusten a su flujo. El crédito tiene que ser genuino a la actividad económica”, dijo.

“El financiamiento no solo libera presión financiera, sino que permite planificar el crecimiento. Las empresas que se animan a dar ese paso descubren que no se trata de endeudarse para sobrevivir, sino para crecer con previsibilidad. Es un salto que da tranquilidad”, concluyó.

Esta edición de Encuentros La Gaceta sobre Campo y Agroindustria contó con el acompañamiento de empresas e instituciones destacadas del sector: Apronor (Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte), Arca Continental Argentina, EEAOC (Estación Experimental AgroIndustrial Obispo Colombres), Grupo Zafra, INGENIOS, IPAAT (Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán), Movimiento CREA, Paltas del Timbó, RICSA S.A, SRT (Sociedad Rural de Tucumán), TS OASIS y Zamora Citrus