La noche del domingo y la madrugada de ayer dejaron una postal inesperada en los Valles Calchaquíes. Cerros cubiertos de blanco, rutas congeladas y un operativo para despejar la zona del Infiernillo. Aunque muchos creyeron ver nieve, el fenómeno que tapizó las montañas tucumanas fue producto de una fuerte granizada en altura.

Según indicó Andrea Cruz, referente de Defensa Civil de Tafí del Valle, la acumulación de hielo en la Ruta Provincial 307 obligó a un cierre total durante varias horas. “No hubo daño, sólo se decidió cortar la ruta con Vialidad y la Policía para evitar accidentes, porque había mucho hielo desde El Infiernillo hacia Amaicha”, explicó.

El tránsito fue restablecido cerca de las 7, una vez que la calzada se descongeló. La Dirección Provincial de Vialidad confirmó que cuadrillas trabajaron durante horas con maquinaria pesada para remover el hielo.

En su reporte oficial señalaron que el tramo afectado -entre los kilómetros 62 y 113- quedó habilitado, aunque con sectores de niebla densa entre los km 75 y 90. La recomendación fue circular con extrema precaución.

El Gobierno provincial también ratificó que no se registraron daños materiales ni zonas afectadas, algo que fue confirmado por Ramón Imbert, de Defensa Civil de la Provincia.

En el sector productivo, José Frías Silva, de la Sociedad Rural de Tucumán, indicó que tampoco hubo impactos sobre cultivos: “En estos momentos la tierra sembrada es ínfima en cuanto a la producción, por lo que no debe haber daños”.

Frente frío

La escena de los cerros blancos recorrió las redes sociales y generó una duda recurrente. Para despejarla, el observador meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Cristofer Brito, fue categórico: “Lo que se vio no es nieve, es granizo”.

En declaraciones brindadas al periodista Matías Auad en LG Play, el aguilarense detalló que el domingo ingresó un frente frío que interactuó rápidamente con aire cálido aún dominante. Esa combinación potenció las tormentas en altura.

“Había tanto frío en niveles altos que las precipitaciones se transformaron en granizo. Cayó por encima de los 3.000 metros y dejó esta imagen en las cumbres”, agregó.

Las temperaturas en las zonas altas se mantuvieron por debajo de los 5°C, lo que favoreció que el granizo se mantuviera sobre la superficie durante varias horas.

En el llano, el avance del frente también se sintió con ráfagas de hasta 60 km/h en la Capital. “Era un viento fuerte, pero no de los que provocan daños importantes”, aclaró Brito.

El pronóstico

Tras el frío inusual, el calor regresará rápidamente a la provincia. Según el observador meteorológico, hoy las temperaturas treparán a 32 o 33°C.

“Mañana y el jueves serán los días más calurosos, con máximas de hasta 34 o 35°C”, adelantó.

“Estos días frescos en Tucumán los vamos a pagar caros entre diciembre y marzo”

A partir de mañana, además, crecerá la humedad y la sensación térmica será más pesada.

El viernes ingresará un nuevo frente frío con viento fuerte -“un poco más intenso que el de anoche”-, chaparrones y posibles tormentas pero el alivio será breve: “Habrá mínimas de 15°C, pero no esperen el frío de semanas atrás. La radiación es muy alta y la temperatura sube rápido”, expresó Brito.

Un noviembre más seco

El observador también advirtió que lo que resta de noviembre presentará un marcado déficit de lluvias. “Deberíamos tener entre 100 y 120 milímetros. Apenas llevamos 30 o 40”, dijo.

Y si bien la segunda mitad del mes podría sumar algunos milímetros, considera difícil alcanzar el promedio.

Al pensar en el verano, el especialista adelantó que La Niña ya está interactuando con la atmósfera, aunque de manera débil. En Tucumán, esto suele traducirse en “alternancia de semanas lluviosas y semanas secas” más que en un déficit uniforme.

Por último dejó una frase que resume lo que se viene: “Estos días frescos los vamos a pagar caros entre diciembre y marzo”.

Viento en el llano: las fuertes ráfagas pudieron influir en lo ocurrido en las alturas

En la madrugada de ayer ráfagas de 60 km/h despertaron a muchos tucumanos.  “Fue fuerte, pero no para generar daño. Pudo hacer volar algún cartel suelto, pero nada más”, aclaró Cristofer Brito al respecto. No obstante, las ráfagas sí pudieron influir en lo que ocurrió en la altura. “En parte sí tuvo que ver, ya que  el viento se produce por el desplazamiento de masas de aire con gran diferencia de presión. Así, se puede decir que son parte del ingreso del frente frío que  esperábamos”, indicó el observador meteorológico y recordó que, con el cambio de tiempo del viernes, el viento podría regresar.

Antecedente al iniciar el año: una granizada en pleno verano también había causado sorpresa

El 13 de enero de este año, tal como lo consignó LA GACETA, las cumbres de los cerros Muñoz (4.200 metros) y Mala‑Mala (3.402 metros) aparecieron revestidas de granizo luego de precipitaciones ocurridas durante un fin de semana muy caluroso. La simultaneidad de días calientes con la granizada en altura marcó aquella jornada como algo poco habitual en la zona.

¿Por qué es especial que estos fenómenos ocurran en estaciones cálidas? Además de que el contraste provoca sorpresa ya que mientras en el llano se anunciaba una semana con máximas de 29-35 °C, en los cerros la interacción de aire frío en altura y tormentas generó granizo. Esa combinación de calor superficial y frío profundo no es habitual en la estación cálida.

El suceso, además, obliga a estar atentos a caminos como la ruta provincial 307, que debió ser cerrada preventivamente por acumulación de hielo, a pesar de tratarse de un periodo en el que se esperaría mejores condiciones. Aunque ni a principio de año ni ayer se registraron daños, el episodio dejó claro que las montañas tucumanas pueden presentar fenómenos meteorológicos excepcionales incluso en épocas de calor. Las autoridades, por su parte, llaman a la prudencia ante la ruta mojada o helada, la niebla en altura y el incremento de la circulación turística en el corredor de montaña.