El nuevo informe de Argentinos por la Educación “Financiamiento provincial: análisis del presente en perspectiva de la última década” advierte una caída significativa en los recursos que la Provincia destina a la formación. Según el relevamiento, Tucumán redujo más del 22% su gasto en educación y cultura entre 2023 y 2024. El dato enciende una alarma sobre el financiamiento del sistema y abre una pregunta urgente: ¿cómo impacta este ajuste en la formación de miles de estudiantes?
La situación de Tucumán se inscribe en una corriente general. "Entre 2023 y 2024, el gasto educativo se redujo en términos reales en 21 jurisdicciones, y 19 se ubicaron por debajo de los niveles de 2014. Entre 2014 y 2024, la participación del presupuesto educativo dentro del gasto total cayó en 16 provincias, lo que muestra una pérdida de prioridad de la educación", dice el informe de Argentinos por la Educación. Pero en el corto plazo se vislumbran cambios. "Para fines de 2025 se esperaría una recuperación de la inversión en al menos 13 provincias con base en los datos de salarios docentes", agrega el estudio elaborado por Osvaldo Giordano (presidente del IERAL de la Fundación Mediterránea), María Sol Alzú y Martín Nistal (Argentinos por la Educación). El documento examina la evolución del gasto en la función “Educación y Cultura” en las provincias entre 2014 y 2024 a partir de los datos sobre ejecución presupuestaria, así como la dinámica de los salarios docentes hasta junio de 2025.
Para entender la situación, Argentinos por la Educación considera clave recordar que la mayor parte del dinero que sostiene a las escuelas no viene de la Nación, sino de las provincias. Desde 1992, son ellas las responsables de financiar los niveles inicial, primario y secundario, y aportan alrededor de tres de cada cuatro pesos que se invierten en educación. Ese esfuerzo busca garantizar el acceso y mejorar los aprendizajes, pero el contexto económico, con inflación alta y salarios que pierden poder adquisitivo, achica cada vez más el margen de acción. Si bien la Ley de Educación Nacional establece que el gasto consolidado en educación debería alcanzar el 6% del PBI, la norma no especifica qué proporción de ese 6% debe ser financiada por cada nivel de gobierno.
La situación en Tucumán
En ese escenario, las cifras de Tucumán resultan inquietantes. Durante 2024, la provincia ejecutó un gasto en educación y cultura 22,4% menor al del año anterior. La caída del financiamiento golpea directamente al principal componente del gasto: el salario docente. Cerca del 90% del presupuesto provincial en educación se destina a remuneraciones. En el NOA, los sueldos reales de educadores de jornada simple disminuyeron en varias provincias durante 2025, entre ellas Catamarca, Salta y Tucumán. En esta última, la baja fue una de las más pronunciadas: el salario real docente retrocedió 11,1% entre 2024 y 2025, quedando por debajo de los niveles de 2023 y muy lejos de 2014.
"En términos de la proporción del gasto, Salta y Santiago del Estero alcanzan los niveles más altos de participación en 2024 (cerca del 31%). Respecto a los salarios, Santiago del Estero es la única provincia de la región que tiene salarios docentes superiores a los de 2014", precisa el documento disponible en prensa.argentinosporlaeducacion.org
El impacto de la eliminación del Fonid
El panorama se complejiza aún más con la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), que representaba entre el 7% y el 10% del salario bruto. Y el dato que más alerta genera: en Tucumán, la contracción del presupuesto total en educación (-22,4%) fue mayor que la caída del salario docente real. Argentinos por la Educación observa que el ajuste no sólo pasó por el bolsillo de los maestros, sino también por otros rubros clave como infraestructura, materiales o programas escolares. El informe identifica a Tucumán como una de las 11 provincias con este “doble ajuste”.
Argentinos por la Educación plantea que la pregunta de fondo sigue siendo la misma: ¿qué pasa cuando la inversión cae año tras año? El objetivo de financiar la educación no es acumular gasto, sino mejorar aprendizajes, y garantizar que más estudiantes lleguen a tiempo a los contenidos centrales de lengua y matemática. Con brechas que ya son profundas, un presupuesto en retroceso amenaza la posibilidad de cumplir esas metas. El desafío para Tucumán y para el país será sostener y usar mejor los recursos, sin que el ajuste termine pagándose dentro del aula.
"También para la educación es una década perdida. El sistema educativo viene sufriendo un intenso proceso de degradación. La consecuencia son déficits de formación, especialmente entre los niños y jóvenes que integran los hogares más vulnerables. Preservar la inversión en educación y principalmente mejorar la gestión educativa es una de las reformas estructurales más importantes y urgentes”, sostuvo Giordano, coautor del informe. Él y sus colegas advierten sobre la falta de información pública transparente y estandarizada que permita las comparaciones entre provincias, y señalan que para 2025 no se cuenta con datos consolidados de presupuestos provinciales desagregados por función, lo que impide monitorear con precisión la evolución del gasto educativo en todas las provincias.