El “Veco” Villegas no sólo reúne a los mejores juveniles M-19 del país. También convoca a un plantel arbitral preparado para un torneo que, en palabras de Santiago Altobelli, “es casi de Primera por nivel, intensidad y exigencia”. Altobelli, referente regional de la Unión Argentina de Rugby (UAR) y encargado del panel arbitral en esta edición junto a Osvaldo "Pipi" Singh.
“La organización del referato para el 'Veco' es clave. Es un torneo de muchísima exigencia. Muchos de estos chicos ya jugaron en Primera o en la Intermedia de sus clubes. Y varios están siendo observados para Pumitas”, explica Altobelli.
Un panel mixto: experiencia y proyección
El diseño del plantel arbitral combinó perfiles distintos: algunos con trayectoria en Primera, otros en ascenso y varios jóvenes en pleno desarrollo. “Buscamos el máximo nivel posible dentro del referato tucumano. Históricamente el Veco lo dirigieron árbitros de Primera. Este año decidimos mezclar chicos que ya están en Primera, otros de primer ascenso y algunos que vienen peleando en M-19 e Intermedia”, detalla.
Coaching, evaluaciones y formación continua
Uno de los puntos centrales del trabajo fue el coaching, proceso formativo que acompaña cada designación. “Cada partido tiene su evaluación y su coaching. Acá hacemos más coaching que evaluación, porque son árbitros jóvenes, en desarrollo. Les marcamos qué mejorar, qué corregir, cómo seguir creciendo”, explica Altobelli.
“Organizamos los partidos del sábado según los antecedentes de cada árbitro. Los del lunes se definieron por el rendimiento del fin de semana. La idea es que la evolución sea constante y que todos entiendan qué hacer para estar en los partidos más importantes”, resume.
Un rol nuevo y una transición necesaria
Altobelli, ya retirado como árbitro desde hace un mes, vive su primer año como referente regional UAR. “Ya no dirijo más. Me retiré porque hacer las dos cosas -coordinar, formar, evaluar- y además preocuparme por mis propios partidos era demasiado. Ahora estoy dedicado al 100% a esto”, cuenta.
Su rol implica una responsabilidad mayor: buscar, detectar y formar a los árbitros que dentro de pocos años deberán sostener el referato del NOA al máximo nivel. “Estamos en una etapa de transición. Este año se vio un progreso importante. En Primera tenemos un muy buen nivel, pero estábamos un poco rengo en Intermedia y M-19. Ahora, con todos estos chicos, se notó una mejora grande”, afirma.
Aun así, el camino recién empieza. “Es un proceso de años, hasta que adquieran la experiencia y la madurez necesarias para dirigir partidos importantes todas las semanas. No es lo mismo debutar un día que sostener el ritmo fin de semana a fin de semana”, explica.