Sergio Gustavo Roldán, el barrabrava de San Martín conocido como "Flay", fue trasladado esta mañana desde la cárcel de Villa Urquiza hasta el Palacio de Tribunales para explicar cómo viajó a Sudáfrica, pese a que los vocales de la sala IV de la Cámara Penal le habían negado el permiso. En su primer contacto con los jueces, pidió perdón por haber salido del país sin autorización.

Bajo una fuerte custodia, el barrabrava llegó a la sede judicial de Congreso y Lamadrid, a las 10.30. A los pocos minutos se sentó frente a los camaristas María del Pilar Prieto, Horacio Villalba y Silvia Castellote, que en 2004 lo condenaron a ocho años de prisión por la muerte de un hincha de Atlético, luego de un clásico en 2001.

En sus primeras palabras, "Flay" pidió disculpas y explicó que obtuvo el pasaporte en la sede de la Policía Federal de Buenos Aires, donde no le exigieron la presentación del certificado de buena conducta.

Su abogado, Cergio Morfil, explicó a la prensa que su defendido solicitó ante la Justicia la correspondiente autorización. "Como no recibió ninguna notificación y ya tenía los pasajes comprados, viajó para ver el Mundial", señaló. LA GACETA ©