TOKIO.- El gobierno japonés elevó ayer a 3.373 los muertos y a 6.746 los desaparecidos por el sismo y tsunami, aunque las cifras extraoficiales sitúan esas cantidades en al menos 10.000. A su vez, la población se volcó a los supermercados para abastecerse de provisiones y combustible, lo que generó escasez de productos. "En la ciudad de Fukushima, a 80 km al noroeste de la central, hay muchos niños enfermos y las farmacias están cerradas", comentó, Kaoru Hashimoto, una ama de casa de 36 años que vive en esa localidad. "Todos quieren irse, pero no hay gasolina para los vehículos", contó por teléfono.
En medio de la tragedia, los rescatistas encontraron viva ayer a una mujer de 70 años, en su casa que había sido arrastrada por el maremoto en Iwate, cuatro días después de la tragedia, informó la agencia local Kyodo. Además, las compañías aéreas como Air China y Lufthansa, entre otras, cancelaron todos sus vuelos a Tokio. (DPA)