EL MONTAJE.- "En realidad, el ingenio comenzó a construirse en 1874. Dos años demoró el montaje y la preparación de la primera zafra. Se inauguró el 25 de mayo de 1876 con el inicio de la primera cosecha", contó Mario Leal, fotógrafo documentalista y vecino de Los Ralos.

EL INGENIO.- Una superficie de 15.000 hectáreas -entre la fábrica y las plantaciones de caña de azúcar- abarcaba el ingenio Los Ralos cuando se fundó hace 135 años. La planta industrial disponía de siete espacios para las maquinarias y depósitos y otros dos para el departamento de la destilería y depósito de alcoholes. Los talleres mecánicos y de carpintería estaban instalados en amplios locales.

LA MAQUINARIA.- La maquinaria original provenía de Inglaterra y de Francia. Después también adquirieron piezas en Estados Unidos y Alemania. Los principales proveedores de la firma Avellaneda-Terán, según el archivista Valentín Albarracín, eran las casas Faccio Preston, Cail, Weston y Five Lille Miles.

INTERMEDIARIOS.- "Llama la atención que los fabricantes ingleses y franceses, que venden maquinarias a los ingenios tucumanos desde los albores de esta industria nunca hayan instalado sucursales ni simples agencias en esa provincia. Es una queja constante de los industriales de este rubro que deben abonarles a los intermediarios un recargo del 40%, en concepto de comisión, que les encarece el pedido", expresaba un artículo del diario "La Nación" de Buenos Aires, de hace 101 años.

INVENTARIO 1910.- Al concluir la primera década del siglo XX, el ingenio contaba con dos trapiches y un desmenuzador Krayewsky, un pesajugos, supercalentadores, mezcladores de cal, filtros Danck, aparato para sulfatación, cuádruple efecto, tres tachos al vacío, cuatro centrífugas hidráulicas y 18 sistemas Weston, dos desinfectadores, una destilería sistema Barbé y nueve calderas, con una superficie de calefacción de 1.800 metros cuadrados.

RENOVACIóN CONSTANTE.- Desde su fundación Los Ralos renovaba periódicamente las maquinarias. En la zafra de 1911, gracias a las nuevas calderas y al cuádruple efecto estaban en condiciones de moler 700.000 kg de caña por día y 70 millones de kilos durante los 100 días que duraba la cosecha en esos tiempos.