Por Gabriel Rubio - Columnista AFP
MADRID.- Las empresas españolas miran de reojo a Argentina tras la expropiación del 51% de la petrolera YPF, aunque no parece que vayan a correr la misma suerte, según expertos.
"Creo que es una posibilidad baja que les ocurra lo mismo a otras empresas porque el principal problema que tiene Repsol es que la energía, tanto el petróleo como el gas, es un recurso estratégico para Argentina", dijo Soledad Pellón, analista de la consultora IG Markets. "La expropiación afecta sólo a Repsol y no a otros accionistas y parece un intento populista de luchar contra los crecientes precios de los combustibles y el empeoramiento de las finanzas del Estado, como si Repsol fuese la raíz de los problemas a los que se enfrenta Argentina", afirmó Anita Paluch, analista de Gekko Global Markets.
Repsol es, de lejos, la primera compañía española en Argentina, donde YPF supuso en 2011 un 25,6% de su resultado de explotación. Otras grandes empresas como el primer banco español, el Santander, o su principal competidor, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, también están en Argentina a través de Santander Río y BBVA Banco Francés, respectivamente. En ninguno de ambos casos la exposición en Argentina representa un riesgo significativo.
Constructoras españolas como OHL o ACS están escasamente expuestas al mercado argentino, donde también en su sector energético actúan la eléctrica Endesa o la compañía Gas Natural. "Si el conflicto no escala, si las tensiones bilaterales no aumentan, es posible que esto se limite a Repsol", aseguró el investigador principal para Latinoamérica del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud. No obstante, España sigue a la cabeza de los inversores extranjeros en Argentina con 11.580 millones de euros en 2011. Para la mayoría de los expertos, la decisión argentina de expropiar el 51% va a suponer principalmente una quiebra de confianza por la pérdida de la seguridad jurídica con perjuicios a largo plazo.