BUENOS AIRES.- Dos jueces federales rechazaron hoy la inhibición de su colega Norberto Oyarbide para actuar en sendas causas donde el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, figura como víctima de amenazas y como acusado de delitos, y advirtieron que la excusa de una protesta en su contra para dejar esos casos podría derivar en manipulación de magistrados.
Oyarbide se había apartado por "violencia moral" de atender en esas dos causas luego de haber recibido un "cacerolazo" frente a su casa, pero ahora será la Cámara Federal la que deberá resolver si el juez queda al frente del caso o si deben volver a los respectivos despachos de Daniel Rafecas y Ariel Lijo, los magistrados que hoy, simultáneamente, rehusaron intervenir.
En resoluciones separadas, Rafecas y Lijo coincidieron en que una protesta no podía derivar en el apartamiento de un magistrado de una causa y hasta sugirieron que aceptar la decisión de Oyarbide generaría un peligroso antecedente para poder elegir magistrados a gusto.
Oyarbide había sido sorteado la semana pasada para estar al frente de la denuncia que radicó la despachante de Aduana Paula De Conto contra Moreno por "amenazas, coacciones, malos tratos, abuso de poder, violencia de género y exigencias indebidas". Sin embargo, hubo un "cacerolazo" en la puerta del edificio donde vive el juez, con duras críticas y cuestionamientos a su labor, y el magistrado decidió desligarse de la investigación por "violencia moral".
El caso pasó al juez Daniel Rafecas, el mismo que intervino en la causa Ciccone en un principio y que fue apartado por las denuncias públicas del vicepresidente Amado Boudou. Pero hoy rechazó hacerse cargo de ese expediente por entender que eran "inadmisibles" las excusas de Oyarbide.
El clima de protesta a través de los "cacerolazos" se extendió en la noche del 26 de septiembre al edificio de la calle Salta al 900 donde vive el secretario de Comercio. El Gobierno radicó una denuncia institucionalmente en donde se asegura que el funcionario fue víctima de mensajes "amenazantes, con tono mafioso, intimidatorios y de incitación a la violencia", y la causa también recayó en el juzgado de Oyarbide por sorteo.
El juez entendió que también debía excusarse porque ambos casos, con Moreno como protagonista, estaban relacionados, pero su colega Lijo también rechazó hoy sus argumentos. (DyN)