WASHINGTON.- El presidente Barack Obama puede ponerse a trabajar. Su segundo mandato ya está asegurado, pero no podrá abordar los grandes retos que le esperan con su acreditado equipo, ya que algunos de los miembros claves de su gobierno anunciaron antes de las elecciones que no seguirían en un segundo mandato.
Por supuesto, aconsejar y estar al lado del hombre más poderoso del mundo puede ser el trabajo soñado para muchos. Pero es también un trabajo agotador, con interminables jornadas que pasan factura. Sólo unos pocos tienen el tesón necesario, apuntaba al final de la campaña electoral el "National Journal". "La mayor parte de los presidentes estadounidenses reelegidos renovaron sus gabinetes antes de volver a tomar posesión", explicó el corresponsal en la Casa Blanca del "New York times", Peter Baker. "Parece que también Obama cambiará a la mitad de su gobierno", especuló Baker.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ya anticiparon que no renovarían sus cargos en un segundo mandato. Los analistas políticos consideran problemático que Obama no diese hasta ahora muchos detalles sobre sus planes para un segundo mandato.
"Si junto a los problemas de la política fiscal se sitúa en la lista de tareas una ambiciosa reforma de inmigración, el equipo necesitará en la Casa Blanca gente que pueda negociar de forma eficaz con el Congreso", explicó la politóloga Martha Joynt Kumar, de la Universidad Towson del estado de Maryland. Como reemplazante de Geithner se baraja al jefe de gabinete, Jack Lew, de 57 años, o a Erskine Bowles, de 67, quien guió las negociaciones con los republicanos para la reducción de las deudas.
También el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, podría volver a su puesto de profesor en la Universidad de Princeton tras los agotadores años de la crisis. Su segundo mandato al frente del banco central estadounidense termina dentro de un año y todavía no está claro si el jefe de Estado le convencerá para seguir al frente.
También se ha especulado durante mucho tiempo sobre si Hillary Clinton volvería a presentarse como candidata presidencial en 2016 por parte de los demócratas. Pero la mujer del ex presidente Bill Clinton ha apuntado que quiere abandonar el gran escenario político y también su puesto como secretaria de Estado.
El relevo en el Departamento de Exteriores podría tomarlo el ex candidato presidencial, el senador John Kerry, un peso pesado de los demócratas, a pesar de que perdiera las elecciones de 2004 contra el republicano George W. Bush. o la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, una hábil diplomática con una buena relación con el presidente.
Otro candidato a dejar el gobierno sería el Secretario de Defensa, Leon Panetta, de 74 años, que hace un año cambió la dirección de la CIA por el Pentágono. (DPA)