EL CAIRO.- Tras las fuertes protestas registradas en Egipto, la Presidencia aclaró ayer que el controvertido decreto constitucional del mandatario Mohamed Mursi es temporal y rige sólo hasta que se apruebe una nueva Constitución, según indicaron medios locales.
Mursi, de la Hermandad Musulmana, emitió el jueves un decreto con el que amplió sus poderes y limitó los de la Justicia. Como consecuencia se registraron duras protestas, enfrentamientos callejeros y una huelga de jueces.
El ministro de Justicia, Ahmed Mekki, advirtió que la crisis actual podría llevar a Egipto al borde del abismo, según indicó la televisión estatal.
En este contexto, tribunales de varias ciudades egipcias, entre ellas El Cairo, se encontraban cerrados ayer por la huelga de jueces y fiscales en protesta por el controvertido decreto, que blinda sus decisiones ante la Justicia. Además declaró que los tribunales no tienen competencia para disolver la Comisión Constitucional que elabora la Carta Magna.
El Máximo Consejo Judicial egipcio rechazó el sábado la controvertida declaración constitucional, asegurando que se trata de "un atentado sin precedentes contra la independencia de los jueces y sus sentencias".
Según el diario independiente "Al Shorouk", Mursi convocó para hoy a varios jueces para buscar una salida a la crisis.
El decreto, que según la oposición socava la democracia, provocó furiosas protestas y ataques a las oficinas del Partido para la Libertad y la Justicia (PLJ) de la Hermandad Musulmana en varias ciudades del país. Ante la creciente presión por la controvertida medida, la Presidencia salió a aclarar que el decreto es temporal y rige solo hasta que se apruebe una nueva Constitución.
"Esta declaración es necesaria para llevar ante la justicia a funcionarios del antiguo régimen manchados por la corrupción", añadió la Presidencia a través de un comunicado, citado por medios locales.
El presidente Mursi ya contaba con poderes legislativos después de que la principal corte del país disolviera en junio la cámara baja del Parlamento, donde los islamistas contaban con una clara mayoría.
En las calles de El Cairo los manifestantes y la policía chocaron por séptimo día consecutivo al sur de la Plaza Tahrir. En la provincia Al Baheira también hubo enfrentamientos en las calles entre la policía y los adversarios de los Hermanos Musulmanes. Según datos oficiales, 57 personas resultaron heridas.
Miles de islamistas marcharon ayer en varias ciudades del país en solidaridad con Mursi. En las manifestaciones no sólo participaron miembros de la Hermandad Musulmana, sino también seguidores del movimiento radical islámico de los salafistas.
El mercado de valores en Egipto se hundió por las turbulencias políticas. Su principal índice, el EGX-30, cayó un 9,5%.
Por su parte, el premio Nobel de la Paz egipcio Mohamed el Baradei teme una escalada de violencia incontrolable en su país y acusa al presidente Mursi de tendencias dictatoriales. "Si las fuerzas moderadas dejan de tener influencia, existe el peligro de una guerra civil". (DPA)