Los tres edificios históricos que conforman el corredor de avenida Sarmiento al 600: el Casino (ex hotel Savoy), la ex sede de la Legislatura (ex Casino) y el teatro San Martín (ex Odeón) datan de principios de siglo XX y fueron concebidos como una unidad, cuyo objetivo era atraer al turismo de invierno.

En 1908, el gobernador tucumano Luis F. Nougués le otorgó la concesión por 30 años a Faustino Da Rosa para que construyera este conjunto. La inversión tenía sentido, ya que los turistas bajarían en la cercana parada ferroviaria y luego se desplazarían hasta el Savoy. Una vez allí, encontrarían entretenimiento a pocos metros.

Da Rosa era un cantante lírico portugués que después se dedicó a empresario teatral en Buenos Aires. Estaba muy interesado en las potencialidades que tenía Tucumán como ciudad turística de invierno, por eso decidió invertir en esos tres edificios que con el tiempo se convirtieron en emblemáticos.

Los arquitectos Emilio Hugé y Vicente Colmegna diseñaron los tres edificios siguiendo un vocabulario formal y austero. Se inauguraron entre 1911 y 1912.

Primer golpe

Las cosas marcharon muy bien hasta 1928, cuando la Legislatura sancionó una ley de represión del juego de azar. El primer damnificado fue el casino, pero la ola le llegó al teatro Odeón, que tuvo que cerrar poco después.

El Savoy fue por muchos años uno de los alojamientos más lujosos de Tucumán. Por sus habitaciones pasaron expresidentes como Marcelo T. de Alvear, Roberto Ortiz., Ramón Castillo y los generales Agustín P. Justo y José F. Uriburu.

Su agonía se aceleró cuando en 1942 se venció la exención impositiva que le habían otorgado a su promotor, oportunamente.

Tuvo que cerrar el 30 de octubre de 1944 por el ahogo de los compromisos impositivos. A fines de esa década el Gobierno tomó posesión del conjunto. Luego de pasar por varias reparticiones, se concretó el traspaso a la Caja Popular de Ahorros para que lo explotara como casino.

En la década del 90 las antiguas y lujosas habitaciones del segundo piso se convirtieron en oficinas para alojar algunas dependencias de la legislatura, que funcionaba en el edificio de al lado.

Mientras tanto, en el primer piso continuaba funcionando el casino y el sótano fue convertido en depósito (alguna vez había sido una confitería).

En 2009, un grupo de obreros que estaba excavando un pozo al lado del casino descubrieron un antiguo túnel que lo comunicaba con la legislatura y, a su vez, con el teatro San Martín. Esto vino a confirmar la hipótesis de que los tres edificios estaban unidos.