La ilusión de una revancha que borrara la paliza sufrida en Salta se estrelló de frente y a toda velocidad con la solidez de otra gran producción rugbística de Inglaterra. Como la semana pasada, el seleccionado europeo volvió a plasmar una amplia diferencia sobre Los Pumas, que quedó reflejada en el tablero final: 51-26. De esta manera, los ingleses redondearon una impecable gira por el continente, de donde se llevan un triunfo sobre Sudamérica XV y dos goleadas sobre Argentina.
¿Cambió algo en estos siete días? Sí. Pese a que el desenlace fue el mismo, el camino hacia él no. Los Pumas mostraron mayor actitud y concentración, sobre todo en la primera media hora, en la que dominaron a "La Rosa" con posesión de pelota y la obligaron a infracciones que Martín Bustos Moyano transformó en puntos.
Pero a partir de entonces, la visita comenzó a encontrarle la vuelta al partido. Se posicionó en campo argentino, probó la presión con los kicks y, mientras Argentina empezaba a desvanecerse en imprecisiones, fue buscando y fabricando espacios con paciencia, gracias a una buena obtención con el scrum y un buen trabajo en los rucks. Así, pasaron al frente con dos tries en 10 minutos y se llevaron el parcial por 25-12.
La charla en el entretiempo devolvió a Los Pumas al papel de protagonistas, pero solo por un rato. Una vez que se quedaron sin nafta, Inglaterra se abocó a terminar lo que había empezado, con una gran tarea de Marland Yarde.
Los tucumanos Julio Farías, Benjamín Macome, Gabriel Ascárate y Matías Orlando (ingresó en el complemento) estuvieron firmes en el tackle y siempre buscaron ir hacia adelante.
Lo que puede rescatarse de este segundo round fue el entusiasmo y la corrección de algunos errores, pero nada más. Muchos demostraron no estar a la altura.
Ahora, a pensar en Georgia.