MADRID, España.- El último fichaje del Real Madrid no es una gran estrella del extranjero, sino uno de los grandes valores del torneo local. Se trata de Francisco Román Alarcón Suárez, más conocido como Isco, figura del Málaga, una de las opciones de recambio del seleccionado nacional y ahora refuerzo del equipo “merengue”.
La llegada de Isco al Real estuvo rodeada de especulaciones de los hinchas del club blanco, quienes aseguran en los diversos foros de la web que el futbolista tiene una gran simpatía por el Barcelona, archirrival del equipo con el que acaba de firmar un jugoso contrato.
Durante la jornada de su presentación, el mediapunta no hizo más que alimentar estas especulaciones con dos actitudes que dejaron a los fans un tanto descontentos.
En primer lugar, confesó en declaraciones al diario "Marca" que “tiene un perro llamado Messi, y que antes tenía uno llamado Figo”, dos nombres emblemáticos de la historia del club catalán, aunque este último tuvo también un paso por el cuadro “Merengue”.
Luego de esto, saltó al campo del Santiago Bernabeu para recibir los flashes de la prensa y el aplauso del público. Cerca de 8.000 personas se dieron cita en el estadio y a coro le pidieron al jugador “que bese el escudo”. El deportista no quiso hacerle caso al pedido, y solo atinó a saludar con sus brazos en alto. Su hermano, que lo acompañaba en el momento, sí besó la parte de la casaca en la que se encuentra el escudo.