TORONTO, Canadá.- Un hombre sin brazos ni piernas fue asaltado en plena calle de esta ciudad. Una amiga que lo acompañaba atestiguó el momento e increpó al ladrón de inmediato.
Intercambiaron golpes en plena calle, mientras que la víctima del robo gritaba e insultaba desde su lugar. Segundos más tarde, envuelto en ira, bajó de su silla de ruedas y ayudó a su acompañante a golpear al delincuente.
Luego, los testigos de la situación procedieron a separarlos y el hombre volvió solo hacia su silla de ruedas, insultó un poco más, y se retiró junto con su amiga.