Al menos tres personas murieron cuando insurgentes atacaron el viernes el consulado de Estados Unidos en la principal ciudad del oeste de Afganistán, detonando un poderoso camión bomba fuera de las puertas delanteras e iniciando un enfrentamiento a tiros con las fuerzas de seguridad, dijeron las autoridades.
El audaz ataque en Herat, reivindicado por los talibanes, subraya una vez más las preocupantes condiciones de seguridad en momentos en que Afganistán se prepara para tomar el relevo de las tropas de combate extranjeras después de 12 años de guerra y para organizar unas elecciones presidenciales cruciales el próximo año.
Si bien las circunstancias del ataque no estuvieron claras inicialmente, un portavoz de la embajada de Estados Unidos en la capital afgana, Kabul, dijo que todo el personal estadounidense en el consulado en Herat estaba a salvo y en paradero conocido.
Él describió el incidente como un ataque "complejo" que incluyó un coche bomba. Una declaración del Departamento de Estado de Estados Unidos más tarde dijo que el ataque había terminado.
El jefe de policía de Herat, el general Rahmatullah Safi, dijo que un oficial de policía y un intérprete murieron y dos miembros del personal afgano que trabajaba en el consulado habían resultado heridos.
Abdul Rauf Ahmadi, portavoz del principal hospital de Herat, dijo más tarde que tres personas, entre ellas dos policías y un guardia de seguridad, habían muerto y 17 fueron heridas.
Según las primeras pistas, el ataque estaría relacionado con una facción de Al Qaeda.