La confianza en ellas y en el equipo es la clave durante estos días de torneo, explica Darren Everett, el psicólogo del equipo australiano, las Hockeyroos. En unas horas se enfrentarán a su rival más clásico: Nueva Zelanda. "Es como un Argentina-Brasil", compara Darren.
Un equipo nada desconocido para las australianas, al que le tienen respeto. "Son como hermanas", indica este psicólogo del Instituto australiano del deporte con sede en Nueva Gales del Sur. Desembarcó en el seleccionado en enero y trabaja a diario brindando soporte psicológico no solo a las Hockeyroos, sino también al equipo junior y al master, femenino y masculino.
"Mi consejo es que se relajen y que disfruten del juego. Creo que esa es la clave", asegura. Las Hockeyroos, además, cuentan con el incentivo que significa no haber sufrido una derrota hasta el momento. "Por supuesto que ganar te da confianza, pero hay que pensar en el partido siguiente". Quedarse en el juego que pasó solo sirve para marcar y analizar algunos errores, pero la filosofía de Darren es mirar hacia adelante.
Este psicólogo se especializa en la rama clínica y la psicología del rendimiento (performance psychology) que se enfoca en los individuos y equipos para lograr sus mejores marcas. Es consultor de atletas de elite y antes del hockey trabajó para equipos de ciclismo, ya que durante años compitió en este deporte. "Creo que este es el mejor trabajo del mundo, el que todos quisieran tener. No solo porque participás de eventos importantes como olimpíadas y copas del mundo, sino porque se puede viajar y conocer lugares increíbles", declara.
La experiencia le ha dado a Darren un ojo clínico para detectar cuando algo pasa en un jugador. "No se lo ve en el equipo entero, pero si en cada uno. Por lo general, cometen error tras error". Cuando esto sucede es momento de ajustar la terapia.