WASHINGTON.- ¿Entusiasmo o cautela? La imagen de los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, estrechándose la mano durante el funeral de Nelson Mandela generó, pese a su brevedad, una oleada de especulaciones y expectativas sobre las relaciones de los dos históricos antagonistas.
Se trata de los presidentes de dos países que llevan más de medio siglo enfrentados, prolongando de este modo una Guerra Fría ampliamente superada en el resto del mundo. Hay un antecedente: Bill Clinton y Fidel Castro también se saludaron durante una cumbre de la ONU en el año 2000. Pero era otra época, otros mandatarios y, sobre todo, no existe un registro gráfico de ese momento, mientras que el de ahora se produjo ante los ojos de millones de espectadores.
No hay medio de comunicación que se precie que no destacara de inmediato el gesto. Incluso en Cuba, donde la oficialista Cubadebate mostró fotos del momento con pies de foto como “que este gesto sea el principio del fin de la agresión de EEUU a Cuba”, citando un tuit. “Un breve pero importante apretón de manos entre Obama y Castro”, dijo la CNN, mientras que “The New York Times” consideró que el gesto tendrá que “ser diseccionado por su simbolismo y significado político”, algo que desde las redes sociales se hizo de forma intensa desde el mismo momento del inesperado saludo. ruptura de relaciones diplomáticas. Sin embargo, durante su discurso a pocos metros de Castro, Obama reprendió a los líderes que expresaron solidaridad con la lucha de Mandela contra la opresión pero no toleran la libertad en sus propios países. (DPA-Reuters)