El pasado domingo, en Misiones, se vio algo del nuevo San Martín; ese equipo con el que Arnaldo Sialle soñó desde que pisó por primera vez La Ciudadela.
“Quiero un equipo ordenado y que les haga sentir a los rivales que quiere ascender”. Con esas palabras se presentó en sociedad el DT “santo”, y de a poco, ese sello característico comienza a aparecer.
Contra Guaraní, sus dirigidos jugaron un partido, defensivamente, casi sin fisuras. Ganaron en la casa del puntero y acomodaron una estantería que amenazaba con derrumbarse.
San Martín dio los primeros indicios de ser un equipo ordenado, pero nadie piensa quedarse en eso. “Hay que seguir mejorando”, dice Martín Seri, que quiere un equipo que demuela rivales. “Es a algo a lo que siempre apuntamos. En un torneo tan parejo tenemos tiempo de explotar”, afirma.
Sialle apuesta a dar el primer paso en ese aspecto, el domingo, contra Gimnasia de Entre Ríos. Ante la ausencia de Albano Becica (desgarrado), “Cacho” no anduvo con vueltas. En la práctica de ayer incluyó a Gustavo Ibáñez entre los titulares, variando el esquema. El 4-3-1-2 mutó en un 4-3-3; sí, bien ofensivo para poder aniquilar rivales, lograr la clasificación la próxima ronda y comenzar a buscar el punto justo de cara a la etapa más caliente de la temporada.
“Estamos bien”, jura Fabricio Lenci, aunque sabe que nunca hay que relajarse. “La llegada de ‘cacho’ nos hizo muy bien. Cambió algunas cosas y creo que su mentalidad ganadora nos dio el empujón que necesitábamos. Ahora debemos ganar estos dos partidos que tenemos como local”, remata el punta.
“Ser un equipo arrollador”, dijo Sialle y en Bolívar y Pellegrini se frotan las manos. Quieren ver urgente a ese equipo; de ser así el paraíso estará más cerca.