Descorre Jairo el telón de su enorme sonrisa y admite que sí, que estar en Tucumán lo remite a Mercedes Sosa, a las infinitas veladas que compartió con ella y a las más infinitas anécdotas que cosechó su amistad. Pero antes de eso, dice, nuestra provincia lo enfrenta a otros recuerdos, como el de los hermanos Leda y “Chivo” Valladares, con los cuales tuvo la suerte de cantar, según sus propias palabras; o al de Juan Falú, con quien brindó un concierto basado en canciones de Atahualpa Yupanqui. “¡Y a Yupanqui también lo conocí!”, añade, y vuelven a brillarle las perlas de su boca.
Jairo pisa nuevamente la provincia para ser una de las figuras centrales, este viernes, del Concierto del Centenario de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Él y el grupo Anacrusa serán los invitados de un espectáculo que contará con la dirección general de Gustavo Guersman y la dirección musical de José Luis Castiñeira de Dios. Actuarán la Orquesta Sinfónica, a cargo de Ricardo Sbrocco; la Orquesta Juvenil, bajo la batuta de Guersman; el Coro Universitario de Tucumán, dirigido por Juan Pablo Cadierno; el Coro de Niños y Jóvenes Cantores y el Coral Juvenil, con la dirección de María Eugenia de Chazal; y el Coro de las Escuelas Experimentales, a cargo de Natalia Carignano.
Los detalles del concierto fueron brindados ayer en una conferencia en el Rectorado, de la que participaron Jairo, Castiñeira de Dios, el rector Juan Carlos Cerisola, la vicerrectora Alicia Bardón y otras autoridades universitarias. “Que hayan pensado en mí para esto es un gran honor y orgullo. Cantar en Tucumán es fantástico”, expresó el intérprete.
Por su parte, Castiñeira de Dios señaló que el repertorio de Anacrusa, grupo que fundó y di- rige, fue elegido con base en los vínculos de las canciones con Tucumán. Por ejemplo, una de las que se interpretarán es “Vidala del salitral”, que pertenece a la suite de la película “El rigor del destino” del tucumano Gerardo Vallejo. “Memento”, “Calfucurá” y “Voz del agua”, entre otros, también forman parte de la lista que abordará el grupo.
El repertorio de Jairo estará integrado por sus clásicos “Morir enamorado”, “Los enamorados”, “Liberté”, “Contame alguna mentira”, “Amigos míos, me enamoré”, “Saeta” y, por supuesto, el “Ave María”. Junto con Anacrusa y con los coros, le pondrá voz a “Gloria”, fragmento de la “Misa criolla”, de Ariel Ramírez.
Ángel tucumano
En su charla con LA GACETA, Jairo señaló que la invitación de la UNT bien podría estar motivada por aquel disco sinfónico que grabó con la Orquesta Juvenil de Costa Rica en 2009. Ese ha sido el puntapié, según él, para que lo convocaran varias agrupaciones similares.
Invocado el nombre de “La Negra” Sosa, el cantante dijo tener decenas de recuerdos asociados con ella, pero desglosó dos “muy especiales”. El primero transcurrió en una noche parisina, en 1982, poco antes de que ella regresara al país tras su exilio para dar una serie de conciertos en el teatro Ópera de Buenos Aires. “Lo que más recuerdo de aquella cena es que, por primera vez, vi a Mercedes temerosa, con miedo de lo que pudiese encontrar. Nunca la había visto así; siempre había sido para mí una mujer que iba al frente, muy segura de sí misma. Finalmente sus shows fueron un éxito, se le abrió una puerta grande para que pudiese quedarse y yo, desde allá, lo viví con mucha euforia”.
En el 98, en tanto, la tucumana se le apareció “como un ángel” a su lado. “Estaba muy enfermo, internado en terapia intensiva. A la sala podía pasar un número muy limitado de personas y, pese a que no era familiar, se permitió que ella entrara. Yo apenas podía hablar o moverme, así que ella se acercó y me cantó al oído ‘Duerme negrito’. Me entregué tanto a la dulzura del momento que creo que, por un instante, me fui para el otro barrio”, relató, divertido.
Por último, Jairo indicó cuáles son las voces jóvenes que sigue con más atención: “me gusta mucho Raly Barrionuevo, su actitud en el escenario, y también Abel Pintos, que tiene un éxito descomunal, aunque no gratuito porque es muy linda su voz”.