SLAVIANSK, Ucrania.- Los separatistas pro rusos ucranianos mostraron ayer en una sorpresiva conferencia de prensa a los ocho observadores militares europeos que secuestraron el viernes y pidieron un intercambio de “prisioneros” con Kiev, mientras Washington acusó a Rusia de ser cómplice de los rebeldes.

Desde Kuala Kumpur, en una de las paradas de su gira asiática, el presidente de EEUU, Barack Obama, acusó a Rusia de “no haber levantado ni un dedo” para solucionar la crisis ucraniana, desatada tras la destitución del presidente pro ruso, Viktor Yanukovich, y la asunción de un gobierno interino pro occidental en febrero pasado.

“De hecho, hay mucha evidencia que indica que estuvieron apoyando las actividades (rebeldes) en el Este y Sur ucraniano”, agregó el mandatario.

El sábado, el propio Obama y sus socios del G7 anunciaron que impondrán nuevas sanciones contra Moscú por considerar que el gobierno de Vladimir Putin está detrás de los levantamientos separatistas que tienen tomada gran parte de las provincias ucranianas de Donestk, Lugansk y Odessa.

En las últimas horas el Kremlin optó por evitar los cruces verbales con Washington y las potencias europeas, y apuesta por la diplomacia de bajo perfil.

El sábado el Gobierno alemán informó que había recibido una oferta de Moscú para mediar con los separatistas pro rusos de la ciudad de Slavyansk, en el Norte de la provincia de Donestk, para conseguir la liberación de la misión de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

El grupo de observadores que fue secuestrado está compuesto por 13 personas: cuatro alemanes -tres militares y un intérprete-, cinco militares ucranianos y cuatro observadores militares de República Checa, Dinamarca, Polonia y Suecia.

Liberación

Tras el anuncio de Berlín, la Cancillería rusa emitió un comunicado, en el decía que iba a “ayudar a resolver la situación”, y horas después su promesa comenzaba a hacerse realidad.

El líder separatista e intendente de facto, Viachelav Ponomariov, ofreció ayer junto con los observadores secuestrados una sorpresiva conferencia de prensa en Slavyansk, en la que se mostró abierto a negociar con el gobierno interino en Kiev.

“No somos prisioneros, somos huéspedes del intendente Ponomariov”, aseguró, nervioso, el coronel alemán y jefe de la misión, Oberst Axel Schneider. Horas después, la OSCE informó que uno de los observadores había sido liberado. Según una vocera desde Viena, el elegido fue el ciudadano sueco. “Tiene un problema de salud”, fue la explicación.

La misión de observadores militares de la OSCE había sido enviada a las regiones rebeldes de Ucrania para negociar la implementación del acuerdo alcanzado hace 10 días en Ginebra entre EEUU, Rusia, la Unión Europea y el Gobierno interino en Kiev.

Según ese acuerdo, los grupos separatistas debían entregar sus armas y desmovilizarse, a cambio de una amnistía general y una reforma constitucional.

Sin embargo, los separatistas tomaron el control del micro de los observadores europeos el viernes pasado y los acusaron de ser “espías de la OTAN”, lo que fue tajantemente desmentido por Schneider en la ronda de prensa.

Toman una emisora

Por otro lado, cientos de milicianos pro rusos tomaron ayer la sede de la radiotelevisión de la provincia de Donetsk.

Imágenes trasmitidas más tarde por internet mostraron cómo los separatistas derribaron uno de los portones y entraron al edificio, sin ninguna resistencia de la Policía que estaba en el lugar. Una vez adentro, izaron la bandera de la “república popular de Donetsk”. (DPA-Télam)