Sus pelos, cuidadosamente esculpidos y sostenidos gracias a hectolitros de gel, se mantienen inalterados casi todo el partido. Otros tienen rulos demasiado definidos y sin frizz (¿cómo lo logran?). Están los teñidos, los de las rastas y los del corte tipo mohicano. Se asoman a la cancha tan prolijos que parecen recién salidos del salón de belleza. Y, realmente, da pena cuando van a cabecear la pelota. En este Mundial Brasil 2014, la estrategia capilar de cada jugador parece tener un lugar especial junto a las tácticas ofensivas y defensivas de cada equipo.
Dentro de la cancha no sólo hay que lucirse con la pelota en los pies. También hay que conseguir imponerse con un estilo. Más aún sabiendo que el HD muestra todos los detalles estéticos. Hasta Lionel Messi nos hizo saber que es coqueto y llevó a la concentración argentina a su coiffeur personal para cambiar de look y estrenar nuevo corte frente a Irán, en el estadio Mineirao.
El que no podía faltar a esta cita con la estética era Cristiano Ronaldo. Ya se volvió a su casa con más penas que glorias. Pero sí batió su propio récord histórico: un corte de pelo por cada partido. El más llamativo fue el que lució frente a Estados Unidos. Se incrustó en un lado de su cabeza una audaz marca de relámpago. Esta especie de Z causó furor en las redes sociales y el público ensayó todo tipo de interpretaciones. Al fin de cuentas, fue el único de sus objetivos que logró alcanzar en esta copa: llamar la atención de todos.
A Neymar Jr. le han dicho de todo por su corte y tintura: lo han comparado con escobas y caballos. Pero a él parece no importarle. Otro que se ha impuesto en la retina de los hinchas es Kyle Beckerman, el mediocampista de EE.UU., por su frondosa cabellera estilo rastafari. Aunque a la hora de captar miradas, en la primera ronda, nadie le ganó al portugués Raúl Meireles: la cresta en su cabeza, unida a una barba de náufrago y a sus tatuajes de pirata, lo convirtieron en la imagen más extravagante del campeonato. El belga Marouane Fellaini también ha causado sensación con su mata de pelo “afro”. Pero en esta competencia las que sin dudas se llevan más adeptos son las crestas (un modelo inspirado hace ya tiempo en el italiano Mario Balotelli). Desde Uruguay hasta Ghana, las estrellas se han dejado seducir por el estilo mohicano: bien cortito en los costados y una especie de jopo que se levanta desde el centro y hacia atrás. Otros detalles que hacen furor son las líneas dibujadas en el cuero cabelludo.
En muchas peluquerías del mundo - y Tucumán no es la excepción- estos looks se han transformado en los más solicitados. “Sin dudas, los jugadores de este mundial están marcando tendencia”, dice Luis Ardiles, de Alto Corte, uno de los salones preferidos por los amantes del fútbol. “Los cortes más pedidos son el del Kun (Agüero) y el de Cristiano”, detalla mientras hace un dibujo con líneas tribales en la cabeza de un adolescente.
No le tiembla el pulso. Sin ensayos previos, Luis interpreta el deseo de su cliente y lo plasma en el cuero cabelludo. “Me ha tocado dibujar desde rayas comunes hasta el escudo de un club y una pelota de fútbol en toda la cabeza”, cuenta este peluquero joven. También las tinturas y desmechados, al estilo Neymar, están sumando cada vez más adeptos, resalta.
En pleno barrio Norte, las paredes naranjas de esta peluquería transpiran fútbol. El televisor está siempre sintonizando los partidos del mundial. Marcos, un joven fanático de San Martín, se interioriza sobre el próximo corte que piensa hacerse: si elige el look cresta con rayas dibujadas en los laterales tendrá que volver cada 10 días a sentarse en ese sillón frente al espejo. Es lo que aproximadamente duran las marcas; después se borran. Marcos lo piensa bien. Junta valor. “Hay que tener actitud”, evalúa. Y le da para adelante. No sólo en las peluquerías “futboleras” se imponen las cabelleras recortadas al estilo Copa del Mundo. Se ve en los locales barriales, como el de Adrián Suárez (barrio Modelo) hasta en los salones más refinados, como Lola Barcelona. “Es el pedido del momento”, admite el coiffeur Juan Quiroga. De hecho, esta peluquería acaba de hacer una producción especial con cortes de jugadores de Atlético. Quiroga se anima a dar una hipótesis sobre el fenómeno: “los futbolistas ya no son sólo eso. Han conquistado también el mundo de la moda, con sus estilos y peinados. Se preocupan por su estética y eso, en cierta forma, les ha dado como una vía libre a los hombres, en general, para poder hacerlo también sin sentir que por eso dejan de ser machos. No es lo mismo que se cuide y se produzca un jugador de voley. El jugador de fútbol es sinónimo de masculinidad. Es un macho que se depila, usa tatuajes, ropa ajustada y de colores”.