La mordida del futbolista uruguayo Luis Suárez al italiano Giorgio Chiellin en el Mundial Brasil 2014 sigue dando vueltas en los medios y ahora el semanario The Economist apela a la figura del jugador para criticar a la economía argentina bajo el título "Argentina es el Luis Suárez de las finanzas".
El artículo dice que Suárez es “talentoso” pero que está “psicológicamente dañado”. Y que “en connivencia con la violación de las leyes del fútbol de Suárez, el frecuentemente sensato (presidente de Uruguay, José) Mujica hizo lo que es muy común en todo el Río de la Plata y especialmente en Argentina: el ejercicio de una especie de narcisismo adolescente en el que está bien romper las reglas que no gustan con la creencia de que se saldrá con la suya. Y si no lo logra, entonces no es justo, porque el mundo está en su contra. Hay un término argentino que representa esta forma de pensar: viveza criolla”.
Con ese término, el artículo califica a las políticas económicas de los Kirchner para luego ahondar en el tema con un tono contundentemente crítico.
“La idea de que Argentina puede jugar con sus propias reglas, y no con las de la economía en general o las del resto del mundo, fue simbolizada en la negación del impacto inflacionario de sus políticas expansivas por ‘toquetear’ el índice de precios al consumidor. Mientras tanto, los Kirchner culpan al FMI para todos los problemas del país”, dice el artículo.
“¿Cómo se explica este rasgo cultural, que es más marcado en Argentina, pero presente en menor medida en muchos países de América Latina?”, se pregunta el diario. “Algunos podrían atribuir a la condición ‘post-colonial’ de la región. Si es así, después de 200 años de independencia, es momento de crecer. El punto es trabajar para cambiar las reglas injustas, en lugar de ignorarlas. Otros podrían decir que es simplemente parte de la debilidad del Estado de Derecho en América Latina”, agrega.
Y al final retoma la figura del delantero uruguayo: “como el señor Suárez lo descubrió, romper las reglas tiene su riesgo. Tarde o temprano, la realidad encuentra la manera de ‘morder’ de nuevo”.