RIO DE JANEIRO, Brasil.- El director de la empresa Match, Ray Whelan, sospechoso de liderar una red de reventa ilegal de entradas para el Mundial, se entregó ayer a la policía brasileña tras pasar varios días en calidad de prófugo.
El ejecutivo británico se había escapado el jueves por la puerta de servicio del lujoso hotel Copacabana Palace de Río de Janeiro -en el que se hospedaron durante la cita los máximos dirigentes de la FIFA- minutos antes de que la policía llegara para arrestarlo.
Según informan medios locales, después de someterse a exámenes obligatorios en el Instituto Médico Legal de Río de Janeiro, Whelan será transferido a la cárcel de Bangú, en el oeste de la ciudad, donde están recluidos los otros diez investigados por integrar la "mafia de las entradas", señaló DPA.
El CEO de la empresa que ostentaba los derechos exclusivos de distribución de entradas y paquetes de hospedaje para el Mundial de Brasil 2014 apelará la resolución judicial que determinó su arresto, informó su abogado, Fernando Fernandes.
Tras defender la empresa Match y ratificar su confianza en su desempeño "leal y respetable", la FIFA admitió hoy que pese a que "hace todo" por combatir el mercado negro, "no hay forma de controlar totalmente la venta de entradas fuera del sistema".
"Estoy seguro de que en el futuro habrá otras historias, pero lo que no se puede decir es que nosotros no estamos combatiendo este negocio. La FIFA siempre lo está combatiendo, estamos en contra de esto y otorgamos total apoyo a las investigaciones", dijo hoy el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, en rueda de prensa en Río de Janeiro.