Los ojos de Pablo Ortega y Maximiliano Bestani pudieron hacer blanco en la bandera a cuadros. En cambio, la mirada de Matías Rodríguez quedó clavada en uno de los paredones del autódromo de Termas de Río Hondo.
Ortega se planteó, con justas razones, una vara muy alta después de ganar una clasificación en San Luis. El piloto del Renault Clio sabe de su potencial y entiende que puede obtener un resultado idéntico cada fin de semana de competencia. Si bien en las tierras santiagueñas no lo logró, será siempre su objetivo. “En un circuito como este, si clasificaba mejor, iba a terminar más adelante en la final. Es un trazado en el que en una recta van todos derechos, posiblemente te pasan al final, pero cuidándose uno puede mantenerse o avanzar”, analizó Ortega que finalizó tres puestos más adelante de lo que largó. Con la octava ubicación sumó 13 puntos, tiene 101, y está a 67 del líder.
Mucho más abajo, en el puesto 36, está “Maxi”, pero con una sonrisa renovada. Bestani pudo terminar la séptima fecha en la zona de puntos. “El auto tuvo un muy buen ritmo. La última neutralización de carrera me ayudó mucho porque pude pasar a cinco autos. Eso es lo que me facilitó la tarea para terminar 19°”, explicó “Maxi”, que sumó dos unidades y totaliza seis. “Me levanté positivo, después de un día en el que me fui triste”, explicó el piloto.
Por su parte, Rodríguez no encontró respuestas. “Ya no sé qué hacer, tengo muchísima mala suerte. Van dos carreras que me chocan en la primera vuelta y quedo afuera. Es una lástima; estaba con toda la expectativa de terminar entre los 15 primeros”, se lamentó. Ahora trabajará intensamente para la próxima fecha en La Pampa.