BUENOS AIRES.- El vicepresidente, Amado Boudou, interinamente a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, ha sufrido un nuevo revés judicial en la causa judicial que investiga su vinculación con el levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone.
El nuevo traspié jurídico para el titular del Senado llegó de manos del juez federal Luis Rodríguez. El magistrado rechazó la presentación que el abogado de Boudou había hecho en contra de Nicolás Ciccone y de su yerno, Guillermo Reinwick, fundadores de la imprenta de papeles de seguridad, acusados por el vice de falso testimonio, luego de que ellos aseguraran que Boudou tuvo participación en reuniones donde se definía el proceso de compra de la empresa.
No fue la única mala noticia procedente de Tribunales que recibió el último compañero de fórmula de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien, precisamente, hasta hoy ocupará el lugar de la jefa de Estado. Ella viajó a Paraguay para entrevistarse con su par local, Horacio Cartes, y restituir al vecino país pertenencias del prócer guaraní Francisco Solano López, retenidas en la Argentina luego de la guerra de la Triple Alianza.
El otro mal trago judicial provino del despacho del fiscal general de la Cámara Federal, Germán Moldes, quien ha requerido que Boudou declare como testigo en la causa que se ha abierto por el robo de computadoras del automóvil Audi A4 que manejaba su pareja, la periodista Agustina Kämpfer.
Testimonio verdadero
La presentación contra integrantes de la familia Ciccone fue realizada por el letrado Diego Pirota, para intentar derribar parte de lo que luego el juez Ariel Lijo tomó como prueba para procesar a Boudou por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. Había denunciado por falso testimonio a Nicolás Ciccone, antiguo dueño de la empresa; y a Reinwick, pero el planteo acaba de ser archivado.
Ambos habían declarado en la causa, primero como testigos, luego como imputados, y también ahora están procesados. Ciccone y Reinwick aseguraron que Boudou participó de dos encuentros mientras se negociaba la venta de la imprenta: una en los estudios de Telefé, cuando el vicepresidente participó de un programa; y otra en el restaurante ‘I Fresh Market’, de Puerto Madero.
Junto con la denuncia, el amigo de Boudou, el empresario José María Núñez Carmona, pretendía ser aceptado como querellante.
Núñez Carmona acusó a los Ciccone porque le habían dicho que el 70% de la empresa era de su propiedad, y porque Reinwick había dicho que firmó documentación en el proceso de venta bajo amenazas. Pero la presentación no prosperó.
Sospechas
En el pedido que realizó el fiscal, Germán Moldes para que Boudou declare como testigo por el robo de computadoras del auto Audi A4 que manejaba su pareja, también solicitó profundizar medidas de prueba porque en el expediente “el hecho referido por la denunciante no fue corroborado”.
Moldes sostuvo la apelación del fiscal, Federico Delgado para que Boudou declare como testigo y la causa se siga investigando en el fuero federal, luego de que el juez Julián Ercolini se declarase incompetente y la enviase a la Justicia de Instrucción.
El robo ocurrió en la tarde del 13 de julio pasado, mientras Argentina jugaba con Alemania la final de Mundial de Fútbol.
Kämpfer dejó estacionado el Audi A4, en una calle del barrio porteño de Belgrano, de donde rompieron la ventanilla trasera izquierda y robaron un bolso que contenía dos computadoras y un disco rígido.
Cabe recordar que Boudou y su novia también están siendo investigados por la Justicia Federal, por presunto enriquecimiento ilícito en el que ella podría haber actuado como testaferro del vicepresidente de la Nación. (DyN-www.infobae.com)