En las empresas tucumanas reina la falta de confianza y de seguridad sobre 2015, sentimientos que se han trasladado a los planes de la compañía y al interior de las plantas a través de despidos (no masivos, según aclararon) o ajustes en las planillas de personal.
“La falta de previsibilidad afecta a todas las empresas. Puede haber problemas, pero si pueden preverse, tienen solución. La dificultad es cuando cambian las reglas y las cosas se ajustan en la marcha. Te sacan de foco”, dijo Hugo Meloni, titular de la Unión Industrial de Tucumán (UIT), en una entrevista con LA GACETA.
“Pasó el año anterior y sucederá en el actual período anual: habrá situaciones imprevisibles”, añadió el también gerente de la filial de Alpargatas que funciona en la provincia.
El año pasado, las trabas a las importaciones aplicadas por el Gobierno nacional afectaron el rendimiento de las compañías en la provincia. La política comercial de la administración kirchnerista impidió el ingreso de algunos insumos para el sector textil, por ejemplo. Esto atrasó el ritmo de producción.
Esa situación se sumó a una caída de la actividad de la industria en general. Según Meloni, la retracción fue de entre un 2% y un 3%, en promedio, anual.
Por ello, los empresarios locales consideraron que enfrentarán un año sin cambios, con las mismas restricciones oficiales.
Aunque también dieron un margen para la expectativa. “Como año, será volátil. La actividad industrial puede salir de esta situación en función de las medidas que pueda adoptar el Gobierno en torno de la política comercial y fiscal”, expresó Meloni.
Meloni, en esa línea, insistió en que el actual régimen impositivo afecta en mayor medida a las PyME que a las empresas de gran capacidad, en la provincia. “Las PyME son los que más sufren el cambio de reglas”, enfatizó.
Un caso de referencia fue la modificación que dispuso la Casa Rosada en la ley de contrato de trabajo, que determina las fechas límites para pagar las dos cuotas del aguinaldo y que serán el 30 de junio y el 18 de diciembre de cada año, respectivamente.
Según la norma, el importe a abonar en cada semestre será liquidado sobre el cálculo de un 50% de la mayor remuneración mensual devengada por todo concepto dentro de los dos semestres que culminan en los meses de junio y diciembre de cada año.
Inclusive, se estipuló que para definir la segunda cuota del sueldo anual complementario, el empleador debe estimar el salario correspondiente al mes de diciembre y si esa estimación no coincidiere con el salario devengado, se procederá a recalcular la segunda cuota del SAC.
“La diferencia que resultare entre la cuota devengada y la cuota abonada el 18 de diciembre se integrará al salario del mes de diciembre”, fijó la reglamentación.
“Anticipar 15 días el pago del aguinaldo, y aún más en fin de año, impactará más en las pequeñas y medianas empresas (de Tucumán) porque tienen escasez de capital. Algunas empresas grandes, según entiendo, aplican esa medida antes de la reforma”, comentó Meloni.
Mercado laboral
El titular de la UIT dijo que, en base a referencias de sus pares, hubo ajustes en las plantas de personal, pero que no llegaron a un nivel significativo de despidos. Aclaró que se llevaron adelante “adecuaciones” en las plantas de trabajadores, como cambios en las jornadas de trabajo (turnos u horarios), no se reemplazaron cargos o se aplicaron retiros voluntarios, el año pasado.
“En el caso particular (por Alpargatas), estabilizamos la dotación y no necesitaremos hacer un nuevo movimiento. Pero durante el año pasado se hicieron llamados para el retiro voluntario con el fin de garantizar la dotación”, explicó.
El ejecutivo condicionó las decisiones adoptadas por las empresas sobre la cartera de trabajadores a una economía con previsibilidad. “Cuando hay un plan, se anticipa la jugada y no se espera que el agua llegue al cuello para hacer los ajustes. Pero no escuché que se existieran despidos traumáticos o masivos. En general, se establecieron adecuaciones y dentro de un orden”, destacó el referente del sector industrial.