ROMA- El papa Francisco lavó hoy los pies de 12 presos procedentes de Ecuador, Brasil, Italia, Congo y Nigeria en una cárcel de Roma en la tradicional misa de Jueves Santo.
Con la ceremonia, en la que se recuerda el gesto de Jesús con sus discípulos en la Última Cena, Francisco besó los pies de los presos, seis hombres y seis mujeres. El papa argentino rompió hace dos años con la tradición de lavar los pies de sacerdotes.
Poco después de llegar a la cárcel más grande de Roma, Rebibbia, Francisco saludó personalmente a varios presos, les dio apretones de manos y los abrazó. El papa, de 78 años, fue aplaudido varias veces, y agradeció la cálida bienvenida. Después de Juan Pablo II, que visitó Rebibbia en 1983 para encontrarse con el hombre que atentó en su contra, Ali Agca, y de Benedicto XVI, Francisco es el tercer papa que visita la cárcel. (DPA)