29 Marzo 2015
BENDICIÓN. Francisco encabeza la procesión con las palmas, en el comienzo de la Semana Santa. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO.- Francisco recordó hoy a las víctimas del accidente de avión de Germanwings en el que murieron 150 personas, al inicio de la Semana Santa.
Rezo por "las víctimas del avión siniestrado, entre las que había un grupo de estudiantes alemanes", dijo el Papa durante el tradicional rezo del Ángelus.
Antes, el Pontífice argentino ofició la misa de Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro del Vaticano. Decenas de miles de peregrinos acudieron a la ceremonia que recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén.
Durante la homilía, llamó a los cristianos a la humildad, que es contraria a la vanidad, al orgullo y al éxito, al presidir la celebración del Domingo de Ramos en el Vaticano, donde un argentino interpretó ante una multitud una canción compuesta por el pontífice.
El Papa pidió no olvidarse de “los cristianos perseguidos, los mártires de hoy, que no reniegan de Jesús y soportan con dignidad insultos y ultrajes” y recordó a las 150 personas fallecidas, entre ellas tres argentinos, en el accidente aéreo en los Alpes franceses.
“La humillación de Jesús. Esta palabra nos desvela el estilo de Dios y, en consecuencia, el que debe ser del cristiano: la humildad. Un estilo que nunca dejará de sorprendernos y ponernos en crisis: nunca nos acostumbraremos a un Dios humilde”, sostuvo ante un millón y medio de personas reunidas en la plaza de San Pedro.
“Hay otra vía, contraria al camino de Cristo: la mundanidad. La mundanidad nos ofrece el camino de la vanidad, del orgullo, del éxito... Es la otra vía. Jesús lo rechazó sin dudarlo. Y con él, sólo con su gracia, con su ayuda, también nosotros podemos vencer esta tentación de la vanidad, de la mundanidad, no sólo en las grandes ocasiones, sino también en las circunstancias ordinarias de la vida”, agregó.
Francisco bendijo las palmas y ramas de olivo y al final de la procesión, celebró la Misa de la Pasión del Señor delante de la basílica de San Pedro.
Numerosos jóvenes participaron de la liturgia que da inicio a la Semana Santa, con motivo de la XXX Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra un año en Roma y al siguiente en un país del mundo. La próxima será en Cracovia, Polonia, en 2016.
En ese marco, al cantante ítalo-argentino Odino Faccia interpretó hoy la canción "Para que todos sean uno", cuya letra es autoría del papa Francisco.
En Buenos Aires, obispos, sacerdotes, monjas, religiosos y fieles católicos “bendijeron” este sábado la Ciudad en el marco de un gesto misionero por las calles porteñas que anticipó el Domingo de Ramos.
Los católicos instalaron mesas y altares misioneros en esquinas y plazas porteñas, sobre todo a lo largo de la avenida Rivadavia, donde colocaron la hostia consagrada e imágenes de la Virgen para venerar.
Los fieles bendijeron a la gente a su paso e ingresaron a los negocios para entregar estampas religiosas y del Papa y obsequiar ramos de olivo, para converger en la basílica de San José de Flores, donde el cardenal Mario Poli presidió la misa de vísperas.
La iniciativa piadosa llevó por lema “Hacer de la Ciudad un santuario donde todos puedan encontrarse con el amor de Dios que nos salva”.
La celebración se repitió en las catedrales y otros templos del país. Una de las más llamativas fue la que presidió el obispo de San Justo y antiguo colaborador de Jorge Bergoglio, monseñor Jorge García, en el Mercado Central. (DPA)
Rezo por "las víctimas del avión siniestrado, entre las que había un grupo de estudiantes alemanes", dijo el Papa durante el tradicional rezo del Ángelus.
Antes, el Pontífice argentino ofició la misa de Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro del Vaticano. Decenas de miles de peregrinos acudieron a la ceremonia que recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén.
Durante la homilía, llamó a los cristianos a la humildad, que es contraria a la vanidad, al orgullo y al éxito, al presidir la celebración del Domingo de Ramos en el Vaticano, donde un argentino interpretó ante una multitud una canción compuesta por el pontífice.
El Papa pidió no olvidarse de “los cristianos perseguidos, los mártires de hoy, que no reniegan de Jesús y soportan con dignidad insultos y ultrajes” y recordó a las 150 personas fallecidas, entre ellas tres argentinos, en el accidente aéreo en los Alpes franceses.
“La humillación de Jesús. Esta palabra nos desvela el estilo de Dios y, en consecuencia, el que debe ser del cristiano: la humildad. Un estilo que nunca dejará de sorprendernos y ponernos en crisis: nunca nos acostumbraremos a un Dios humilde”, sostuvo ante un millón y medio de personas reunidas en la plaza de San Pedro.
“Hay otra vía, contraria al camino de Cristo: la mundanidad. La mundanidad nos ofrece el camino de la vanidad, del orgullo, del éxito... Es la otra vía. Jesús lo rechazó sin dudarlo. Y con él, sólo con su gracia, con su ayuda, también nosotros podemos vencer esta tentación de la vanidad, de la mundanidad, no sólo en las grandes ocasiones, sino también en las circunstancias ordinarias de la vida”, agregó.
Francisco bendijo las palmas y ramas de olivo y al final de la procesión, celebró la Misa de la Pasión del Señor delante de la basílica de San Pedro.
Numerosos jóvenes participaron de la liturgia que da inicio a la Semana Santa, con motivo de la XXX Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra un año en Roma y al siguiente en un país del mundo. La próxima será en Cracovia, Polonia, en 2016.
En ese marco, al cantante ítalo-argentino Odino Faccia interpretó hoy la canción "Para que todos sean uno", cuya letra es autoría del papa Francisco.
En Buenos Aires, obispos, sacerdotes, monjas, religiosos y fieles católicos “bendijeron” este sábado la Ciudad en el marco de un gesto misionero por las calles porteñas que anticipó el Domingo de Ramos.
Los católicos instalaron mesas y altares misioneros en esquinas y plazas porteñas, sobre todo a lo largo de la avenida Rivadavia, donde colocaron la hostia consagrada e imágenes de la Virgen para venerar.
Los fieles bendijeron a la gente a su paso e ingresaron a los negocios para entregar estampas religiosas y del Papa y obsequiar ramos de olivo, para converger en la basílica de San José de Flores, donde el cardenal Mario Poli presidió la misa de vísperas.
La iniciativa piadosa llevó por lema “Hacer de la Ciudad un santuario donde todos puedan encontrarse con el amor de Dios que nos salva”.
La celebración se repitió en las catedrales y otros templos del país. Una de las más llamativas fue la que presidió el obispo de San Justo y antiguo colaborador de Jorge Bergoglio, monseñor Jorge García, en el Mercado Central. (DPA)