Continuando con la segunda parte con las ponencias presentadas durante el “XVIII Taller de Variedades de Soja para el NOA”, organizado por la Sección Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), que se realizó en la sede de la Sociedad Rural de Tucumán, en Cebil Redondo, el manejo de malezas concentró gran interés por parte de productores y técnicos que participaron de dicho evento.

Daniel Fadda, con amplia experiencia en el desarrollo de herbicidas en el NOA, estuvo encargado de aportar importantes nociones sobre las bases para el manejo de malezas claves en la región.

“El manejo de malezas en el Norte argentino se complicó sensiblemente en los últimos años. La aparición de nuevos biotipos de especies resistentes al glifosato, como el incremento en los lotes de especies tolerantes al mismo, han determinado que el productor deba cambiar el planteo simplista de control establecido durante tantos años, por la adopción de la tecnología de soja RG”, comenzó diciendo.

Fadda indicó que “es necesario establecer nuevas pautas para un manejo racional y sustentable”, todo un desafío considerando las condiciones particulares de la región, que lo hacen aún más complicado. Por un lado “nuestro clima, con una estación seca prolongada, inviernos benignos, así como las altas temperaturas y baja humedad ambiente primaverales, dificultan el comportamiento de herbicidas pre y post-emergentes”. Debemos conocer el comportamiento diferencial de los herbicidas en nuestra zona, entender sus atributos y limitaciones.

Responsabilidad

Actualmente, se está transitando la etapa de generar la información necesaria a fin de enfrentar esta problemática, de una forma más responsable al manejo convencional. Diversas instituciones, como la Eeaoc, UNT, Aacrea, Aapresid y la industria química, así como otras entidades de productores, están abocados a este tema.

Particularmente, en la industria a la cual represento, “hemos cambiado la forma habitual de los protocolos de ensayos y ahora, gran parte de los mismos son de manejo. Ya no basta conocer solo la actividad biológica del herbicida, sino cómo incorporarlo eficientemente dentro de un programa de manejo en el actual sistema productivo”.

Así, se conducen “ensayos con tratamientos que combinan herbicidas de diversos modos de acción, en varias aplicaciones, y que involucran otras técnicas de control, además de las químicas”. No quedan dudas que “debemos asumir en muchos casos un costo diferencial importante. Esto se ve complicado por la situación de rentabilidad actual del negocio, por lo que es fundamental tener claridad acerca del impacto económico en el corto y largo plazo, para la toma correcta de las decisiones”.

Recomendaciones

“La clave en todo programa de manejo es disminuir la presión de selección, integrando diversas prácticas de control”. Pero además, “la planificación es primordial”, por lo cual “es necesario llevar un registro de la información, lote por lote, a través de un monitoreo constante”.

En su exposición, Fadda brindó algunas pautas de manejo comenzando por los barbechos y focalizándose en las malezas claves.

Sin embargo, hizo hincapié en pautas generales, evitando la típica receta, ya que consideró que “debe primar el criterio profesional, para adaptar los conocimientos disponibles a cada situación”. En este sentido, indicó que “las aplicaciones tempranas del otoño permitirán un mejor manejo posterior de ciertas malezas, evitando la rustificación de las mismas, así como el consumo del agua del perfil”. El “uso de pre-emergentes tempranos está limitado por las escasas precipitaciones”; sin embargo, se deberá analizar cada caso y definir objetivos.

“En el período primaveral, se presentan las peores condiciones de aplicación y especies rustificadas. Es primordial mejorar la eficacia en la absorción y penetración de los herbicidas por el follaje”, a fin de alcanzar el sitio de acción.

Para el manejo de malezas difíciles como Borrerias, Commelinas y Gomphrenas, “las herramientas químicas disponibles no son completamente efectivas, por lo cual debemos complementar con prácticas agronómicas”, donde la interacción del cultivo sembrado en forma oportuna, es decisiva. También “la técnica del doble-golpe, combinando diferentes opciones de herbicidas sistémicos y desecantes (según la especie), en un intervalo de tiempo acotado” (7-12 días), es una buena alternativa para su control.

En el manejo de Clorideas, Fadda sugirió complementar herbicidas post con pre-emergentes, en momentos oportunos de aplicación. También es importante identificar correctamente las especies Clorideas presentes ya que, por ejemplo, Chloris virgata requiere un manejo diferente al resto, por su alto grado de tolerancia. Respecto de las gramíneas resistentes a glifosato, Fadda indicó que es necesaria la elección adecuada de los pre-emergentes, buscando mezclas de gran espectro.