La extensa cola de mujeres y hombres de todas las edades -que arranca en San Lorenzo 850 y que termina cerca de Jujuy y Las Piedras- llama la atención de los transeúntes por esa esquina de barrio Sur. Son personas de distintas zonas de la capital y del gran San Miguel de Tucumán, que esperan ser atendidos en la sede del partido Desempleados Unidos. La mayoría lleva una carta en la que enumera sus necesidades y una fotocopia del DNI. En las oficinas del movimiento político les toman los datos y les dicen que el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, encabezado por Alicia Kirchner, les gestionará beneficios antes de octubre. Esto ocurre en plena veda electoral para las PASO del domingo.
"Yo vengo desde Las Talitas. Una vecina me avisó que iban a dar ayuda en este lugar y me vine. Dicen que nos van a gestionar colchones, chapas, materiales... No sé qué político es el que está haciendo esto. Pero yo me vine porque tengo muchas necesidades", explicó una joven de no más de 30 años que esperaba en la vereda de San Lorenzo al 800.
En el interior del local de Desempleados Unidos, un referente de ese partido explicó a LA GACETA que no están entregando ningún beneficio, sino tomando los datos para gestionar ayudas para personas desempleadas. Por lo tanto, sostienen, no están violando la veda electoral.
Los referentes del partido son los candidatos a legislador Raúl Peralta y el postulante a concejal Paredes Vargas. Están encolumnados en el Frente para la Victoria y apoyan las candidaturas de Juan Manzur y de Pablo Yedlin a gobernador y a intendente de la capital, respectivamente.
En el interior de la oficina había un cartel del candidato a legislador por la agrupación Kolina, Marcelo Rubino, quien, en diálogo con LA GACETA, afirmó que el ministerio de Desarrollo Social de la Nación no está entregando ningún tipo de ayuda y se despegó de esta convocatoria.
Muchas de las personas que hacían cola llevaban votos en los que podían verse el rostro de
los candidatos oficialistas Daniel Deiana y Juan Carlos Mamaní. Dijeron que
se las habían entregado personas que recorrían la cola.