Ya no es la femme fatale que supo deslumbrar por su atractivo cuando estaba en la Policía y había conocido al entonces juez de Menores Héctor Agustín Aráoz. Tampoco es la mujer que protagonizó escandalosas escenas durante el juicio oral de 2011 por el crimen del magistrado, cuando la habían condenado por homicidio simple. Ayer, cuando Ema Hortensia Gómez escuchó que le imponían una pena de prisión perpetua y que debía ser trasladada inmediatamente a la cárcel de mujeres, casi no hizo gestos. Se levantó de su asiento y caminó despacio, acompañada por las guardiacárceles. A pesar de su aparente serenidad, soltó su filosa lengua: “Todo esto es un circo mediático de los hijos del juez”.
El crimen ocurrió el 26 de noviembre de 2004 en la vivienda de Aráoz en avenida Aconquija al 2.900, Yerba Buena. En diciembre de 2013 la Corte Suprema había determinado que Gómez era responsable penal por su participación primaria en el homicidio agravado por ensañamiento (el homicida, Darío Pérez, le había dado 11 balazos a la víctima). El 16 de diciembre de 2013 se había determinado su prisión domiciliaria, ya que había sido madre recientemente.
Durante la audiencia de ayer, en la que los camaristas María Elisa Molina, Alfonso Zóttoli y Carlos Caramuti debían fijarle la pena, Gómez dijo que cumple la prisión preventiva domiciliaria en su casa natal de Bella Vista, y que se encuentra embarazada de cinco meses.
El fiscal de Cámara Carlos Sale y la abogada de la querella, Dolores Frías Alurralde, solicitaron que además de condenarla a prisión perpetua, se le revoque el beneficio del arresto domiciliario, ya que consideraron que la hija de Gómez no vive con ella, sino con su padre en la capital. También argumentaron que la condenada había puesto en peligro la vida de la pequeña, según la denuncia que una tía realizó en la fiscalía X°, y que tenían una foto en la que se la veía en la plaza Urquiza, violando sus condiciones de detención.
Durante tres horas, los magistrados deliberaron y acordaron revocar la prisión domiciliaria, enviarla inmediatamente a la cárcel, entregar a la hija de Gómez a su padre, y que el servicio médico de la cárcel controle el embarazo de la condenada.
“Es una vergüenza, un ensañamiento total hacia mi persona. No sé qué dirán las autoridades del penal, porque hay una resolución que dice que no se puede admitir mujeres embarazadas. No sé adónde me van a tener”, manifestó Gómez mientras era conducida a la alcaidía de tribunales. “No dejan descansar la memoria del juez, es un circo mediático organizado por la familia Aráoz. Sabemos que el asesino está prófugo. La Policía no lo busca porque no quiere; (Pérez) se encuentra en Bolivia”, expresó.
La Búsqueda del homicida
El tribunal pidió al Gobierno que intensifique los esfuerzos para detener a Darío Pérez
El autor de los 11 disparos que acabaron con la vida del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz el 26 de noviembre de 2004, se encuentra prófugo. El ex policía Alejandro Darío Pérez aprovechó que la sentencia que había dictado la sala I en mayo de 2011 no había quedado efectiva, y dejó de concurrir a la sede de la Cámara Penal, adonde debía comparecer cada semana para firmar el libro que acreditaba que se encontraba a disposición de la Justicia. Cuando lo buscaron, el acusado ya se había escapado. Ayer, los camaristas que completaron la sentencia de la Corte Suprema contra Ema Gómez y la condenaron a prisión perpetua, pidieron al Poder Ejecutivo que Pérez sea hallado para que se pueda realizar la audiencia de fijación de pena. “Requerir a las autoridades públicas y policiales pertinentes informes sobre las medidas adoptadas para la localización y captura del prófugo Alejandro Darío Pérez y de su resultado; y recomendar al Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Seguridad Ciudadana, que disponga lo producente a la intensificación de dicha captura”, resolvieron los magistrados en el punto seis de la sentencia. “Está bueno que hayan mencionado la búsqueda de Pérez, pero hasta que no se haga realidad, no lo vamos a creer”, afirmó Joaquina Aráoz.