La expectativa por el clásico más importante de América a nivel Selecciones crecía con el correr de las horas en una lluviosa Buenos Aires. Sin embargo, el agua no dio tregua y el encuentro entre Argentina y Brasil, que debía arrancar a las 21 en el Monumental, finalmente fue suspendido.
Luego de que los árbitros recorrieran el campo, se decidió que el duelo sería postergado para mañana a la misma hora. El campo de juego no estaba en condiciones y los charcos se notaban claramente a lo largo y ancho de la cancha. Claramente así no se podía jugar y la decisión fue priorizar el resguardo físico para los jugadores.
Habrá que ver qué depara el pronóstico para mañana. Por el momento, la alerta meteorológica en Buenos Aires se mantiene hasta la madrugada.