La aparición de enfermedades en los cañaverales tucumanos genera preocupación entre los productores, que deberán extremar los cuidados para garantizar una buena campaña.

Conocer el estado sanitario del cañaveral es una herramienta importante para la obtención de mayor producción y mejor calidad de materia prima. Por esa razón, recorrer las plantaciones de la provincia y verificar la presencia de enfermedades sirve para realizar una adecuada planificación de manejo del cañaveral, según dijeron Claudia Funes y Diego Henriquez, técnicos de la Sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC).

Entre las principales enfermedades que se observaron, la roya marrón de la caña (causada por el hongo Puccinia melanocephala) fue la de mayor prevalencia, principalmente en lotes cultivados con las variedades LCP 85-384 y TUCCP 77-42. En menor medida, se encontraron lotes afectados por la “estría roja” (Acidovorax avenae) y el denominado “carbón” (Sporisorium scitamineum).

En alerta

Los técnicos señalaron que en Tucumán, desde septiembre de 2015, se presentaron condiciones ambientales óptimas para la aparición de la roya marrón. Las temperaturas frescas y la alta humedad registradas durante la primavera en muchas zonas del área cañera, provocaron la aparición temprana de esta enfermedad. Además, la ausencia de heladas durante el invierno de 2015 permitió la supervivencia del patógeno en el follaje de la caña; lo que junto con la presencia de caña en pie, agravó el panorama. Esto debido a que el patógeno no interrumpió su ciclo y volvió a infectar a cañas que ya estaban cosechadas y con pocos meses de crecimiento.

De este modo, en muchos lugares de la provincia se observaron cañaverales que presentaban una coloración herrumbre en el follaje, debido a la presencia de esta enfermedad. Los lotes más dañados fueron los que tenían entre 3 y 4 meses de crecimiento al momento de la infección.

El patógeno causante de la roya marrón puede sufrir alteraciones genéticas y generar nuevas variantes capaces de superar la resistencia de las variedades. Es el caso de LCP 85-384, la variedad más cultivada en Tucumán, que a partir de 2005, cuando el patógeno sobrepasó su resistencia, se tornó muy susceptible a la roya marrón.

Recomendaciones

Los técnicos también destacaron que, si bien durante 2015 se reportó en Misiones la primera detección de la roya naranja de la caña de azúcar en nuestro país, hasta el momento sólo se la encontró en dicha provincia. Sin embargo, los profesionales advirtieron que no se debe dejar de monitorear la enfermedad y señalaron que, ante cualquier duda, es oportuno consultar a los especialistas. Vale destacar que la actual distribución varietal en Tucumán (83% del área cultivada con LCP 85-384) plantea una situación de elevado riesgo ante la llegada de la roya naranja o de cualquier otra enfermedad que pueda afectar a la mencionada variedad. Por lo tanto, se recomienda diversificar el área cañera utilizando las nuevas variedades, puestas a disposición de los productores por la EEAOC, a través de la caña semilla de alta calidad del Proyecto Vitroplantas. Respecto del patógeno del “carbón”, las condiciones ambientales no fueron óptimas para la manifestación de la enfermedad y sólo se observaron algunos lotes afectados, resaltaron los expertos.

Por otra parte, se advirtió en lotes de las zonas Noreste y Este de la provincia la presencia de “estría roja” acompañada en algunos casos de “polvillo” (muerte del ápice del tallo), principalmente en la variedad susceptible TUCCP 77-42, aunque con niveles bajos de incidencia.