BUENOS AIRES.- La Súper Liga avanza hacia su concreción a través de una ruta enripiada que, según sus más entusiastas impulsores, necesitará de un transporte especial llamado “intervención consensuada” para llegar a buen puerto antes de agosto, cuando comenzará la temporada futbolística 2016-2017, en desmedro inclusive de las elecciones a presidente de AFA previstas para el próximo 30 de junio. Ayer, Daniel Angelici, Rodolfo D’Onofrio y Matías Lammens, presidentes de Boca, River y San Lorenzo, respectivamente, renunciaron a sus cargos de vicepresidentes del Comité Ejecutivo en clara maniobra de protesta al no lograr el consenso general para la formación de la Súper Liga. Por la noche, las dimisiones quedaron sin efecto, o al menos en suspenso hasta hoy, cuando los dirigentes vuelvan a reunirse. “No hubo renuncia. Pasamos a cuarto intermedio”, aclaró Luis Segura, quien se vio obligado a salir a calmar la situación y evitar confrontaciones que podrían derivar en la intervención de la entidad.
Javier Tebas, el presidente de la Liga de España, se reunió en el predio de AFA con los dirigentes intentando explicar los beneficios del modelo que funciona en España. Luego de la exposición, los representantes de Independiente y del ascenso decidieron retirarse del predio. A raíz de eso no se reunieron los votos necesarios para solicitar una Asamblea Extraordinaria, y así aprobar la Súper Liga.
Los popes de tres de los cinco grandes amenazan renunciar con la intención de dejar acéfala a la AFA, lograr la intervención estatal del organismo y allanar el camino hacia el nuevo formato. “Guarda con la intervención. No vaya a ser que tengamos problemas con la FIFA”, advirtió Alfredo Dagna, presidente de Olimpo. (DyN-Especial)