BUENOS AIRES.- El ex vicepresidente, Amado Boudou, será sometido a partir de hoy al segundo juicio oral y público en su contra, en esta oportunidad acusado de “cohecho” y “negociaciones incompatibles con la función pública” a raíz de la venta de la ex imprenta Ciccone Calcográfica, luego de que fuera rechazado un último pedido de postergación.
La defensa del funcionario kirchnerista intentó, sin éxito, postergar el inicio del proceso al pretender unificarlo con otra causa que aún se encuentra en etapa de instrucción, que es la que lo investiga por la firma de un contrato, por parte del gobierno de Formosa, con el fondo de inversión The Old Fund, el mismo que aparece en la “causa Ciccone”.
Fuentes judiciales consignaron que los jueces del Tribunal Oral Federal rechazaron el planteo, con lo cual quedó confirmado el inicio, hoy, del proceso oral a Boudou y otros acusados por la venta de Ciccone a un fondo de inversión, que para la Justicia está vinculado al ex vicepresidente.
Paralelamente, otro de los acusados, el supuesto testaferro y titular del fondo The Old Fund, Alejandro Vandenbroele, se presentó ayer en la mesa de entradas del Tribunal para ratificar su domicilio y además anticipar su intención de cambiar de abogado defensor, pese a lo cual el debate comenzará como está previsto.
Boudou se sentará por segunda vez en el banquillo de los acusados tras ser absuelto en un juicio anterior por falsificar los papeles de un automóvil, pero esta vez enfrentará cargos más graves: cohecho y negociaciones incompatibles.
Desde las 9.30, los magistrados y las partes escucharán la lectura de los requerimientos de elevación a juicio de la fiscalía y querellas en una jornada que, se prevé, culminará con este trámite.
Para el martes de la semana próxima se plantearían las llamadas “cuestiones preliminares” y, luego, comenzarán las declaraciones indagatorias de Boudou y los demás acusados, quienes tienen obligación de estar presentes al menos hasta esta instancia.
Junto a Boudou serán juzgados su amigo y empresario José María Nuñez Carmona, quien figuró como titular de The Old Fund; Alejandro Vandenbroele; el ex jefe de asesores de AFIP, Rafael Resnick Brenner; el ex funcionario del Ministerio de Economía, Guido Lorenzino; y el ex dueño de Ciccone, Nicolás Ciccone.
En la causa que investigó el juez federal Ariel Lijo, Boudou fue procesado por supuestamente haber participado de una maniobra ilegal para quedarse con la ex Ciccone Calcográfica cuando era ministro de Economía, durante la gestión nacional del Frente para la Victoria.
Para ello, su amigo Nuñez Carmona y Vandenbroele habrían aparecido como intermediarios para comprar la imprenta y luego adjudicarse la impresión de la moneda nacional.
A lo largo del debate por Ciccone, que se realizará todos los martes en los tribunales federales de Retiro, declararán como testigos la ex esposa de Vandenbroele, Laura Muñoz; y una ex pareja de Boudou, Agustina Seguín, entre otros propuestos por el fiscal federal Marcelo Colombo. (Télam)
LA HISTORIA
LOS AMIGOS HABRÍAN LEVANTADO LA QUIEBRA
En julio de 2010, el Ministerio de Economía de la Nación pidió la quiebra de Ciccone, la imprenta privada más importante del país. El 24 de septiembre, la misma cartera se desdijo y pidió levantar la quiebra. Una sociedad llamada The Old Fund desembolsó una fortuna para hacerse cargo de la empresa. Alejandro Vandenbroele, quien fue abogado y es amigo de Amado Boudou, y José María Núñez Carmona, se hicieron cargo de la empresa. Supuestamente, con el aval del entonces ministro de Economía, la agencia tributaria AFIP benefició a la imprenta con una moratoria excepcional para refinanciar su deuda y con contratos también amañados desde el Ejecutivo.
Relación con Tucumán
Una empresa fundada en 1951
En 1951, los hermanos Héctor y Nicolás Ciccone fundaron la empresa, que en 1978 ganó la impresión de las entradas para el Mundial de fútbol. Luego, los Ciccone entraron en el Ministerio de Bienestar Social y de Lotería Nacional y se adjudicaron la impresión de los billetes. Desde 1983, con Raúl Alfonsín, la relación Ciccone-Casa de la Moneda comenzó a deteriorarse, pero mejoró con Carlos Menem. En Tucumán, además, tuvo un paso polémico: a finales del mirandismo el entonces fiscal anticorrupción Esteban Jerez abrió una causa por la aparición de bonos mellizos. Habían sido imputados el directorio de Ciccone y el ex ministro de Economía, Joaquín Ferre, entre otros funcionarios.