El líder de los camioneros, Hugo Moyano, las CTA, movimientos piqueteros y la Corriente Federal de Trabajadores ratifican a diario la marcha del 21 a la que prometen convocar más de 100.000 manifestantes, pero en un contexto en el que los grandes gremios de servicios, como los “gordos” e “independientes” y sindicatos del transporte, le han dado la espalda porque entienden que existen “razones personales” en la protesta contra el Gobierno.
Los grandes gremios de servicios (mercantiles de Armando Cavalieri, personal de la Sanidad de Carlos West Ocampo y Héctor Daer, la Alimentación de Rodolfo Daer), y los “independientes” del estatal Andrés Rodríguez, el constructor Gerardo Martínez y José Luis Lingieri (Obras sanitarias), se desmarcaron de la protesta, y manifestaron que ellos apuestan por “el diálogo” con la Casa Rosada.
A esa decisión conjunta, adoptada en bloque, se fueron sumando en los últimos días los metalúrgicos de Antonio Caló, los barrionuevistas, e incluso el ultrakirchnerista Víctor Santa María (porteros), al parecer más preocupado por sus problemas personales que por Moyano.
Según Infobae, quien le diría también “no” a Moyano es el gastronómico Luis Barrionuevo. La publicación apuntó que “el sábado, en Punta del Este, Barrionuevo sorprendió diciendo que no convocaría a la marcha del 21 febrero. ‘A la marcha de Moyano no voy’, dijo en el asado con el que se festejó el cumpleaños de Aldo Elías, dueño del hotel Presidente y desde hace pocas semanas presidente de la Cámara Argentina de Turismo. No eligió cualquier lugar para comunicar su decisión. El empresario turístico es uno de sus pocos amigos que tiene buen vínculo con el Gobierno”.
Dos de los tres triunviros de la CGT -Acuña y Daer- esgrimieron excusas para apartarse de la marcha moyanista, lo cual vino a ratificar el diagnóstico sobre la cruda actualidad de la central, que se encamina con decisión a romperse en dos grandes vertientes, emulando las épocas de Saúl Ubaldini-Guerino Andreoni o Brasil-Azopardo. “El movimiento obrero está en una etapa de verdadero cabildo abierto”, dijo a Télam el líder de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia, quien ya adelantó que sus huestes no se movilizarán el 21 por tratarse de una convocatoria “desprolija”. “Es una convocatoria sectorial. Hay que llamar de una vez por todas a un nuevo Comité Central Confederal y sentar las bases de una agenda de diálogo con el Gobierno, en la que el movimiento obrero tenga la iniciativa, a partir de propuestas propias. No es posible estar a la defensiva”, afirmó.
Otras fuentes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) aseguraron que “lo mínimo que debe hacer Moyano es practicar la coherencia, porque en el último paro de la CGT los ferroviarios pararon y camioneros no”. (Télam-Infobae)